El Consejo de Ministros aprobó ayer las obras de emergencia
para la reforma de las infraestructuras de aguas estatales
que se vieron afectadas por las lluvias torrenciales de
finales de septiembre. En cuanto se adjudique a una empresa
la realización del trabajo se prevé que las obras comiencen
de inmediato antes de que finalice el mes de diciembre.
Las dos obras de emergencia designadas serán ejecutadas por
el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino con un
presupuesto que asciende a los seis millones de euros.
La primera de las actuaciones afectará a los pantanos del
Renegado y el Infierno. Las precipitaciones provocaron
desprendimientos de tierras, la pérdida de tuberías de
canalización y la inestabilidad de varios taludes de tierra
por lo que se tuvo que cerrar los accesos a los caminos que
circunvalan los pantanos.
La obra de las presas absorberá la mayor parte del
presupuesto con cuatro millones de euros. Consistirán en la
retirada de tierras de las cunetas de pie de talud, para
solucionar los deslizamientos sobre la plataforma del
camino; en la recuperación del puente de madera de uno de
los afluentes principales del embalse del Renegado; la
reforma de los taludes que desaparecieron en las lluvias y
provocó el descalce y la desaparición total de algunas de
ellas; el arreglo de grietas que han aparecido en los
caminos como consecuencia de los aterramientos que
impidieron la labor drenante de las cunetas; la retirada del
barro en instalaciones anexas a los pantanos que se vieron
anegadas de barro y agua; la restitución del alumbrado, que
se vio dañado durante las lluvias; y la retirada de los
numerosos árboles que cayeron en el camino y han quedado
prácticamente suspendidos en el aire en el borde superior
del talud.
El arroyo de Benítez-Guillén será la otra estructura
gestionada por la Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir (CHG) que será reformada y recibirá una
financiación de dos millones de euros. Los trabajos que se
llevarán a cabo serán la limpieza general del cauce, con la
extracción de materiales sueltos arrastrados por las
precipitaciones; la construcción de un nuevo encauzamiento
mediante un canal de hormigón a cielo abierto, se harán
varios areneros para impedir el arrastre de material aguas
abajo; la construcción de una nueva galería de 3,0 por 1,5
metros; en la salida se hará un nuevo canal registrable; la
mejora en el drenaje de los viales y la reforma de éste para
evitar que en sus rasantes se produzcan acumulaciones de
agua.
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