Vengo de una reunión de trabajo,
por la tarde participaré en el VIII Forum de Arquitectura,
en el Hotel ME Barcelona y mañana informaré un poco de la
crisis de la vivienda, si se tercia, en un resumen de lo que
se tratará en el mencionado Forum.
Lo de Bombay ya comienza a ser un tumor maligno en el
ambiente mundial del fanatismo terrorista que no para en
mientes para quitar la vida a gente que no tiene nada que
ver con sus reivindicaciones.
Suerte tiene la presidenta pepera de la Comunidad de Madrid,
a pesar de que salió por piernas pisando sangre. De dos
sucesos sale sana y salva, el primero el de aquel
helicóptero que se desfondó en la plaza de toros, con Rajoy
de acompañante y ahora lo del hotel hindú de la capital
financiera de la India. Que no siga tentando la suerte.
Durante el almuerzo me he encontrado con un compañero de
trabajo, aragonés él, que me comenta una serie de desgracias
ocurridas en su Comunidad y que tienen como referencia el
pene humano. No, no me equivoco, he escrito pene, no pena,
porque una de esas noticias que levantan en vilo la rabia de
cualquiera es saber que te han quitado el pene de golpe y
porrazo. Convertir a uno en eunuco ya es una tremenda
pasada.
Resulta que un maño acude al hospital para que le hagan la
circuncisión -no me aclara mi amigo si es moro, judío o
subsahariano- y nada más despertar de la anestesia se da
cuenta de que se han pasado con la operación de quitarle
parte del pellejo… le quitaron todo el pene.
Escribiendo de circuncisión, un bebé muere después de que
sus padres le hicieran la misma de manera casera e ilegal.
Esta vez son nigerianos que residen en Zaragoza. Los muy
hijos de puta llevaron a su bebé al hospital zaragozano en
estado muy grave. Con ablaciones y circuncisiones hemos
topado.
Como ya estoy liado, guste o no guste, con las cosas que
menos se mencionan normalmente, sigo con otro caso.
Recordarán Vds. a aquella mujer indonesa que por motivos
desconocidos le amputó el pene a su novio y se lo llevó de
recuerdo…, bueno, ya está en la cárcel pero el pene sigue
desaparecido y no creo que esté en condiciones, si lo
encuentran, para ser reimplantado al pobre muchacho.
Creo que recordarán a aquella ecuatoriana que, harta de
recibir malos tratos por parte de su marido, aprovechando
que estaba borracho con una descomunal erección, fue y se lo
cortó con un machete, arrojándolo a continuación en un
descampado. Pues, ahora ha abierto una peluquería… ¡anda!,
con tijeras en la mano cualquier machista se acerca.
Lo más curioso es el caso de otra mujer indonesa que le
corta con un cuchillo de cocina el pene a su marido porque
le critica sus habilidades sexuales. El marido tuvo agallas
para ponerse los pantalones, agarrar su cercenado miembro,
montar en la motocicleta y salir disparado a urgencias. Tuvo
suerte porque pudieron reimplantárselo con sólo once puntos.
Bien pequeño lo tendría ¿no?
A tener en cuenta que en Malasia, los musulmanes pueden
tener hasta cuatro esposas. Imagínense Vds. si las cuatro se
ponen de acuerdo. Butifarra troceada en perspectiva. Por si
acaso, no iré de turista a ese país.
Lo que no haría nunca sería ponerme en manos de un cirujano
rumano. Un pobre hombre había acudido al hospital para que
le arreglaran una deformación testicular. En mala hora se le
ocurrió acudir. Entró en un auténtico templo del terror. El
cirujano se volvió majareta y le arrancó el pene de cuajo,
cortándolo a continuación en cachitos de tan nervioso como
estaba. No lo paso por el túrmix porque no lo tenía a mano.
Brrrr.
Otra curiosidad, esta del reino animal, a una iguana macho
le han tenido que amputar el pene porque mantenía una
erección permanente. Pero para la iguana macho no es
problema porque las iguanas macho tienen dos penes
totalmente independientes y seguirá con su instinto sexual y
su capacidad reproductora. Ya vemos que no es el mismo
problema del hombre, además la uretra del animal no discurre
por su miembro, a diferencia de los humanos. ¡Huy! ¡Qué de
cosas se aprende!
|