La Delegación del Gobierno y la Ciudad están trabajando en
el desbroce de la pista De la Lastra que parte del Fuerte
Aranguren y concluye en la barriada de Benítez. El camino
parte García Aldave en dos y el objeto es que sirva como
cortafuegos para los incendios forestales y facilite la
accesibilidad a los vehículos del Cuerpo de Bomberos a zonas
adentradas del monte.
Unos 40 trabajadores pertenecientes a dos brigadas de los
Planes de Empleo de Delegación del Gobierno y los 10
auxiliares forestales de la Ciudad están actuando en la
pista De la Lastra. La vía lleva 12 años sin ser atendida y
la vegetación que crece a los márgenes del camino ha
invadido buena parte de las secciones de la carretera
estrechándola y dificultando el paso de los vehículos.
Las labores de desbroce y limpieza empezaron la semana
pasada y están dirigidas fundamentalmente a crear un
cortafuego en caso de incendio forestal. La vía tiene un
largo de cuatro kilómetros, nace en el Fuerte de Aranguren y
desemboca en la barriada de Benítez por lo que divide los
montes de García Aldave en dos. La amplitud de la pista, que
permite el paso de dos vehículos de forma holgada, crearía
dos zonas discontinuas de vegetación. “En algunos lugares
estamos deforestando los márgenes de la carretera en dos
metros y en otras secciones en cuatro para que el fuego no
pueda pasar de una lado a otro”, explicó el coordinador de
los auxiliares forestales, Carmelo Navarro. Además la
ampliación de las partes de la pista obstruidas permitiría
el paso de los camiones del Servicio de Extinción de
Incendios a parcelas que se adentren en el campo. “El camino
necesita una reforma y estamos sacando cientos de
contenedores con la vegetación que hemos desbrozado”.
La Sociedad de Caza propuso hace dos semanas a la Consejería
de Medio Ambiente arreglar los senderos de garcía Aldave
mediante maquinaria y métodos propios y un “coste cero” para
la Ciudad, según afirmó su presidente, Antonio López. Los
técnicos de la empresa municipal Obimasa están estudiando la
efectividad y las condiciones del trabajo para comprobar si
finalmente dan vía libre a la iniciativa. “El monte se
encuentra muy espeso con las lluvias que ha habido y las
pequeñas sendas pueden funcionar igualmente de cortafuegos
en los incendios”, afirmó López.
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