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                     En nuestra juventud solíamos 
					acudir a veladas de boxeo que entonces de celebraban casi 
					todas las semanas y había un púgil al que denominaban “Yiyi, 
					El Gran Encajador”, que recibía golpes y golpes pero jamás 
					se le vio ni siquiera hincar la rodilla en el tapiz, es 
					decir se “tragaba” todos los golpes, ya fueran upercuts, 
					directos o ganchos sin que su humanidad, que no era muy 
					exuberante que digamos, se cimbreara en el ring, 
					manteniéndose siempre erguido. Eso si, tenía un rostro, 
					según el argot boxístico, de acero inoxidable no como 
					algunos otros que, nada más recibir un golpe, por aquello de 
					su mandíbula de cristal, caían fulminados como si les 
					hubiera dado encima un rayo. Es decir, a las primeras del 
					cambio de andanadas de golpes, quedaba nocauts (K.O.) sobre 
					la lona.  
					 
					Y viene lo detallado a cuento de la gran cantidad de golpes 
					que está recibiendo Mariano Rajoy que tal cual “Gran 
					Encajador” asimila sin descomponer la figura, conservando la 
					verticalidad y, menos, cayendo a la lona de la política como 
					consecuencia de “derechazos” y además a la contra, que son 
					los que mas efecto hacen y, en algunos casos, hasta golpes 
					bajos, como el que últimamente le ha propinado el mismísimo 
					José María Aznar (púgil avezado en estas lides y con 
					experiencia sobrada al que hay que reconocer sus méritos, 
					aunque, también hay que decirlo, contaba con unos “segundos” 
					que colaboraron con él en el gobierno y, como consecuencia 
					de ello, en el mejoramiento de nuestra economía como fueron 
					el mismo Mariano Rajoy, Federico Trillo, Francisco 
					Álvarez-Cascos, Rodrigo Rato o Joaquín Costa, por poner unos 
					ejemplos), con aquello de que “en política no se está para 
					empatar ni para heredar, sino para ganar”, en clara alusión 
					a la actitud que estima viene siguiendo Rajoy indicándole 
					que lo “importante es construir una alternativa ya que 
					cuando el partido trató de heredar el gobierno en lugar de 
					salir sin complejos se quedó sin nada”. 
					 
					Mariano Rajoy no solo viene recibiendo golpes de miembros de 
					su partido, sino de todo el arco mediático que suponen los 
					medios de comunicación mas importantes de la nación como El 
					País, El Mundo, El Periódico; las emisoras de Radio Cadena 
					Cope (en la mañana de ayer Federico Jiménez Losantos le 
					llegó a llamar canalla y criminal y luego despotrica de 
					Ruiz-Gallardón porque lo denuncia por calumnias), cadena 
					SER, etc. lo que al líder del Partido Popular ha convertido, 
					estimamos nosotros, en un auténtico “Gran Encajador”, pues 
					supervive a todo ello y encima responde, con detalles de 
					estilista y haciendo gala de una entrega total al partido, 
					con su labor educada y constante de oposición al gobierno de 
					Rodríguez Zapatero y con un encendido elogio a la moderación 
					como guía de su quehacer político e invitando a los suyos a 
					“remar en al dirección correcta” para no llegar a restar 
					sino mas bien a la suma de valores, con una actitud como la 
					de Jesucristo cuando dio ejemplo al mundo con su 
					predicación, en el contexto del discurso de la montaña, en 
					el que reformaba “la ley del talión” y en el que, en vez del 
					“ojo por ojo diente por diente” el Maestro pregonaba poner 
					la otra mejilla.  
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