El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos,
confirmó ayer la ausencia de Melilla y Ceuta en la Reunión
de Alto Nivel (RAN) que España y Marruecos celebrarán el mes
que viene en Madrid, cita a la que sí asistirán Canarias y
Andalucía, aunque invitó a ambas ciudades autónomas a
presentar sus propuestas para que sean defendidas por el
Gobierno socialista.
El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel
Ángel Moratinos, confirmó ayer que las Ciudades Autónomas de
Melilla y Ceuta no serán invitadas por el Gobierno central a
participar en la Reunión de Alto Nivel (RAN) que celebrará
con Marruecos los días 15 y 16 de diciembre en Madrid,
aunque manifestó la disposición del Ejecutivo socialista a
“conocer previamente” cualquier sugerencia o comunicación
que quieran hacer.
Así lo aseguró ayer Moratinos en el transcurso de la sesión
de control al Gobierno en el Senado, en la que recordó que
es potestad del Gobierno invitar a las comunidades autónomas
a las reuniones de Alto Nivel celebradas con los países
limítrofes, con el objetivo de “implicar de forma más
directa” a las regiones vecinas en estos encuentros.
Sin embargo, el ministro reconoció que Ceuta y Melilla no
participarán en la cumbre bilateral entre España y
Marruecos, a pesar de que Canarias y Andalucía sí han sido
invitadas a esta cita. No obstante, garantizó que los
intereses de ambas ciudades serán “asumidos y defendidos
apropiadamente” por el Gobierno, e insistió en su
ofrecimiento de conocer previamente “cualquier sugerencia o
comunicación sobre eventuales puntos concretos que
interesaran a las ciudades autónomas para la reunión”.
De esta manera, Moratinos dio respuesta a una pregunta
planteada por el senador del Partido Popular (PP) por Ceuta,
Nicolás Fernández, quien acusó a Moratinos de “dar excusas
para ocultar la verdad”. Fernández lamentó que las ciudades
autónomas no participen en estos encuentros de Alto Nivel
con Marruecos y que sí lo hagan Canarias y Andalucía. Según
dijo, “la verdadera” razón de la ausencia de ambas ciudades
es que “Marruecos no quiere”.
“Ése es el meollo de la cuestión. Aceptamos que las buenas
relaciones con Marruecos deben ser una prioridad para
cualquier Gobierno, pero no a costa de aceptar sus
disposiciones o renunciar a la defensa de los respectivos
intereses”, dijo Fernández.
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