Poco antes de ponerles estas
líneas, a media mañana, salí al cercano zoco a comprar
fresquitos boquerones para echarlos al “tajin” enterándome,
vaya por Dios, de la reciente muerte de un policía, cuyo
cuerpo acababa de ser encontrado en extrañas circunstancias;
mis fuentes hablan de ahorcamiento, lo que en principio
parece indicar un suicido pero vaya usted a saber. Dejemos
pues los interrogantes abiertos hasta disponer de
información oficial, aunque el luctuoso suceso ha causado
una gran conmoción en la villa de Martil. Con más calma me
advierten, también, que la concentración del lunes en Tetuán
de apoyo al diario “Al Massae” de la que les escribía ayer
tuvo una asistencia más reducida de lo que les comentaba,
rozando siendo generosos las cien personas; llamo a mi
fuente para comentárselo, contándome ésta ni corta ni
perezosa, con gracejo y lógica “a la marroquí”, que no me
había engañado: “A ver José Luís, tú me preguntaste la
asistencia y yo te contesté: unas doscientas personas pero,
ya sabes, contando a los policías asistentes…”. “Claro -le
replico-, para proteger a los manifestantes”. –“Pues sí”.
-Pues eso, pues vale. Nada “jai”, “chukram”. –De nada, “paisa”.
¿Y como van los corderitos? Balando, balando… Se habla,
oficialmente, de una cabaña ganadera de 6,8 millones de
cabezas (entre ovino y caprino) dispuestas para ser
ritualmente sacrificadas, cuchillo en mano y mirando al
Este, para el próximo “Aïd Al Adha” (Pascua musulmana,
Fiesta Grande) del 8 de diciembre, número suficiente según
el ministerio de Agricultura para una demanda del consumo
prevista en 5 millones de animales; barajando
oferta-demanda, ¿bajarán los precios?. La lógica comercial
así lo indica.
¿Y las fronteras con el vecino…? Yo las comparo, en
referencia astronómica, con los “Agujeros Negros”; un
misterio. Y escribo en plural porque, al igual que Ceuta y
Melilla, El Tarajal y Béni Ansar responden a fenómenos
diferentes. El sábado la “frontera” con Melilla vivía
momentos de alta tensión, mientras que en el “paso
fronterizo” (observen los entrecromillados) de Ceuta, el
incordio del persistente sellado a los residentes en la
ciudad sigue en alza; los que no sellan, aunque sí pagan el
impuesto correspondiente estimado entre 5 y 10 dirhams el
pase, son las cerca de veinte mil personas que a diario se
ganan la vida introduciendo “mercancía irregular” de Ceuta a
Marruecos; en Rabat se quejan del “contrabando” y del daño a
la economía del país…; pues bueno pero, oigan, ¿computan
ustedes, queridos vecinos, el daño real que le hace al fisco
del Makzhén el irregularísimo “peaje” (“haram” por cierto
según el Islam, por tanto… ¿será acaso que los uniformados
no son musulmanes?) que los porteadores se ven obligados a
soltar al peculiar ejército de Pancho Villa que campea a su
antojo en El Tarajal?. Hablaríamos, muy por lo bajo, de más
de 200.000 dirhams al día; un capitalito de óbolos. ¿Dónde
van?, ¿cómo se reparten?. Un detalle de cuaderno de campo:
lo que está ocurriendo en El Tarajal con los ceutíes… no
pasa con los melillenses. Ergo, ¿dónde estaría la
diferencia?; ¿tendrá algo que ver con las margaritas de la
loma?; ¿será junto, a otras circunstancias, una sutil
represalia, un aviso en clave de “Musala” cara a la
religiosa concentración prevista, Inch´Alláh, para la Fiesta
del Cordero..?. Ya me enteraré el viernes, en la capital del
Reino, de que va la cosa. Hasta mañana.
|