Los fines de semana los aprovecho
para leerme todo lo que no he podido leer a lo largo de
siete días, y cuadrarme los ojos con “la caja tonta”. Una
perdida de tiempo deliberada para poner mi cerebro en
funcionamiento en cuanto llega el lunes.
El sábado, teniendo en cuenta toda la publicidad que se le
había dado a la entrevista con el ”chorizo” de Julián Muñoz,
me siento en el sofá dispuesto a cargarme esa historia
tantas veces contadas por el ex –alcalde de Marbella donde
siempre repte lo mismo, nunca añade nada nuevo. Me senté, a
sabiendas que nada iba a aportar en esa tan cacareada
entrevista, paro con la esperanza de que dijese algo nuevo.
Y, a decir verdad, lo dijo. El hombre en un alarde de
sinceridad dijo que no quería volver a la cárcel. ¡Toma, ni
nadie quiere volver a la cárcel!. Pero, bueno, era algo que
no le había escuchado nunca. Lo que tampoco había escuchado
y me llegó a emocionar es que, según el presentador, aquello
iba a tener más capítulos que “Lucecita”, puesto que el
viernes vuelve otra vez a ser entrevistado, donde ha
prometido contestar a todas las preguntas que se le hagan.
Escuchando al presentador y entrevistador de “La Noria”,
hablar sobre Julián Muñoz, me entró la duda, de si habría
que llamar con urgencia la Papa para que ordenase su
santificación o en caso de no ser posible, dado la cantidad
de posibles santos que llevar a los altares, regalarle al
pueblo de Marbella estampitas con su rostro, para que le
rezasen todas las noches y fiestas de guardar, a este santo
barón.
Dejemos a Julián Muñoz, santo barón, y tomemos otro camino
de las cosas que me he leído y escuchado este fin de semana.
Hugo Chávez, el presidente de Venezuela, se enfrenta a unas
elecciones. El hombre demócrata donde los haya, que eso no
se le puedo negar, el ser uno de los más grandes defensores
de la democracia en su país, luchador encomiable en defensa
de los derechos de todos sus conciudadanos y de sus
libertades. Hasta dónde llegará su defensa a ultranza de la
democracia, de los derechos y libertades de sus
conciudadanos, que ha prometido cerrar a todos los medios de
comunicación que critiquen su mandato o se atrevan a
adelantar los resultados electorales, hasta que él no los
haga de forma oficial. Mayor respeto a las libertades no
existe en el mundo entero y, sobre todo, a la liberad de
expresión. Qué teme Hugo Chávez que esos medios que él no
controla adelanten los resultados electorales. No se da
cuenta que esto puede hacer creer que se puede preparar un
“pucherazo” y que pretende, al prohibir con la amenaza de
cierre si se hacen esos adelantos, que nadie se entere del
“pucherazo”.
Además no creemos que a este adalid de la democracia y de
los derechos y libertades de las personas, eso le importe un
bledo, cuando ha amenazado con sacar los tanques a las
calles de aquellas ciudades que voten a la oposición.
Esto si que es un demócrata, del que tenían que tomar
ejemplo todas las democracias del mundo. Lo gracioso es que,
todos aquellos que critican a los dictadores, aplauden a
Chávez. Manda…
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