Emilio Folgar, manifiesta, tras comprobar "atónito" como
finalmente la Autoridad Portuaria de Melilla inauguraba el
pasado viernes la nueva estación Marítima, manifestó que se
trata de "una falta de respeto a la inteligencia y a la
memoria de los melillenses". En su opinión “lejos de suponer
una satisfacción para los melillenses, el acto del viernes
supuso una falta de respeto a su inteligencia y a su
memoria, ya que se llevó a cabo un año y siete meses después
de lo previsto en el contrato de adjudicación”.
Folgar recordó cómo en las bases para la ejecución de las
obras, publicadas en 2005, se establecía como un requisito
prioritario de la empresa adjudicataria la capacidad de
entregar las obras en un plazo establecido en 18 meses,
requisito éste que parecía dispuesto a cumplir la empresa
Elsa-Pacsa del Grupo OHL, a la que se les adjudicaron las
obras tras comprometerse a concluirlas en 17 meses.
De esta manera, dijo el dirigente, todo parecía indicar que
la nueva estación Marítima estaría acabada y puesta en
marcha en mayo de 2007, "en plena campaña electoral.
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