El consejero de Hacienda de la
Ciudad Autónoma, Francisco Márquez, abrirá la próxima semana
la ronda definitiva de contactos, ya formales, con los
portavoces de los dos grupos de la oposición en la Asamblea
para, como él mismo se encargó de explicar ante los medios,
tratar de lograr el mayor grado de consenso político posible
alrededor de los Presupuestos de la Administración local
para el año próximo.
Después de que el Consejo Territorial del PSOE marcase la
directriz de no bloquear ningún Presupuesto, algo que en
cualquier caso tampoco podría hacer en Ceuta, atendiendo a
la difícil coyuntura económica nacional e internacional, la
crisis abre un espacio único para que por primera vez el
documento presupuestario, el de mayor valor político de
cuantos diseña un gobierno, salga sin ningún voto en contra
de la Cámara autonómica.
Pero para ello hará falta que tanto Márquez, en nombre del
Ejecutivo que preside Juan Vivas, como Mohamed Ali e
Inmaculada Ramírez demuestren la talla política que se les
debe exigir en este momento.
El gobierno local se ha comprometido a entablar sus
conversaciones con los dos grupos de la oposición con la
vocación manifiesta de llegar a acuerdos, de ser flexible y
de, dentro de la legitimidad para tomar las decisiones que
le da el amplísimo respaldo obtenido en las urnas, tener en
cuenta la opinión y las propuestas del resto del arco
parlamentario. De otra manera, cualquier posibilidad de
acuerdo será inviable, pero el Ejecutivo ceutí ya demostró
el año pasado tener cintura para encajar en su proyecto las
aportaciones de los demás. A UDCE-IU y al PSOE habrá que
exigirles que, sin renunciar a sus posiciones, sean
conscientes del difícil momento económico existente y pongan
todo de su parte para que el documento que sea aprobado en
la Asamblea sea, con sus aportaciones, el mejor posible,
lleguen o no a un acuerdo para apoyarlo con sus diputados.
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