Domingo 06-05-1988
Querido diario, me llamo Carlota y tengo 10 años.
Mi abuela Ana (la madre de papá) me ha regalado este diario
para la Comunión. Ella me dijo que escribiese aquí todo lo
que me ocurre, como si se lo contara a una amiga, pero te
contaré más que a Lucía, que es mi mejor amiga, porque ella
luego se lo dice a su madre con todo detalle, como cuando le
contó que me gustaba Javier.
Ayer me tomé mi primera Comunión y la fiesta fue divertida.
Fue el mejor día de mi vida, papá y mamá no discutieron en
todo el tiempo que ésta duró.
¡Me llama mamá para cenar, luego escribo!
Jueves 10-05-1988
Hola diario...
Son mucho más de las doce. Hoy ha sido un día horrible.
Papá estuvo trabajando toda la jornada y cuando volvió, Dani
y yo estábamos cenando. Nada más verlo ya sabía que era uno
de esos días, así que le dije a Dani que cogiese el petit-suit,
que íbamos a ver una peli a mi cuarto.
Él, como siempre, me hizo caso, pero también quería jugar
con papá (él aún no sabe que hay días en los que papá no es
simpático).
Pusimos sus dibujos favoritos y se durmió enseguida. Al
rato, empezaron a gritar, como siempre, aunque esta vez fue
distinto; hoy escuché cristales rotos y me metí corriendo en
la cama para vigilar que Dani no despertara, aún sigo
llorando, pero al contarlo me siento mejor. Además, debo ser
fuerte, debo cuidar de mi hermano.
Viernes 11-05-1988
Jo, hoy tengo mucho que estudiar. El lunes tengo examen de
‘cono’ y de Lengua. Desayunando, vi a mamá con un moratón en
el ojo, dice que se golpeó con la alcachofa de la ducha y
aún así papá no la deja ir al médico; dice que el médico
quiere estar con ella y que mamá es suya y de nadie más...
Cuando tardo en dormir oigo muchos comentarios así.
Martes 15-05-1988
Papá habló hoy con Dani y conmigo.
Nos dijo que vigilásemos a mamá que quiere engañarlo e irse
con otros hombres, que ya no nos quiere. Dani se puso a
llorar, se cree que vamos a dejar de ser una familia, pero
yo sé que no. La abuela dice que eso es normal, que el
hombre lleva los pantalones en casa y la mujer el mandil,
aunque yo no entienda muy bien qué significa eso.
Sábado 25-11-1995
Juré no volver a escribir desde lo que ocurrió. De eso hace
ya 7 años, pero aún recuerdo los gritos ahogados de mamá, el
miedo en sus ojos, ojos vidriosos que habían perdido la
esperanza, mis prisas por el pasillo en busca de Dani para
calmarlo y contarle un bonito cuento bajo las sábanas.
Recuerdo también los posteriores días, los silencios
eternos, crispada tensión, calma inquietante, promesas de
todo, promesas de nadie.
No sé a qué darle las gracias, ¿a Dios?... No, al coraje de
mi madre, por saber actuar acallando las insistencias de mi
abuela para que no denunciase a su hijo, claro. Hipócritas
palabras guardadas en mi memoria: “Las cosas de casa, se
quedan en casa”, “¿qué te parecería si todas lo
hiciésemos?”, “debes unir una familia, conceder deseos a tu
marido es tu obligación”. A veces, se hacen eco cuando veo
en la tele todos aquellos que hablan de un buen
comportamiento de un maltratador y de conducta aparentemente
normal.
¿Lo normal es que no le peguen?, ¿lo normal es salir a la
calle sana, pero con miedo a que su verdugo incumpla una
condena reflejada en un papel? Desde entonces, cuido de Dani
y de mamá. Menos mal que toda mi pesadilla, nuestra
pesadilla, terminó entrando en el juzgado de primera
instancia número 43 de esta misma ciudad.
Jueves 30-11-1995
Hoy conocí un chico en el instituto. Estudia el mismo curso
que yo. Se llama Manu, parece simpático y bueno. No es un
payaso como los demás, estudia y también quiere irse a vivir
lejos de aquí.
El sábado hemos quedado con más amigos para ir al cine. ¡Me
voy a estudiar. Puede que mi vida vaya a ser como las demás
chicas al fin y al cabo.
Viernes 14-12-1995
¡Hola diario! Ando contenta; estoy sacando buenas notas,
bueno, inglés regular como siempre, no obstante Manu me va a
ayudar para el examen del lunes. ¿No lo he contado? Manu me
ha pedido salir y yo le he dicho que sí. Espero que todo
salga bien...
Lunes 17-12-1995
Acabo de llegar a casa de la biblioteca; Manu me estuvo
explicando inglés y cuando me puso los ejercicios de verbos
estaba muy serio; me daba miedo equivocarme por si él me
regañaba. ¿Puede que hubiese gritado fuera de la biblioteca?
No, seguro que no... Manu no es así... Manu no es como él.
XX-XX-XXX
¿Que por qué estoy escribiendo...? No lo sé. ¿Que igual
busco una salida...? No lo sé. ¿Que la vida te pone
pruebas...? Siempre. ¿Que debemos superarlas...? Seguro.
Manu nunca me ha gritado, todo lo hablamos con confianza,
jamás me ha prohibido nada, simplemente prefiero no quedar
con amigos, quizás me moleste.
Tengo una sensación deszonante en la boca del estómago
cuando le veo mover los labios. ¿Por qué mi corazon ama y mi
mente teme? ¿Temo amar?, ¿amo temer? Quiero creen en la
bondad de los hombres, mas no puedo, no aún. ¿Podré alguna
vez? Sólo confío en las almas pueriles de los niños, porque
éstas no son celosas, ni beben alcohol, tampoco se drogan ni
engañan; son ilusas y cariñosas...
Parece que las chicas conservamos esa esencia que ellos tan
pronto pierden.
Un día como hoy me desengañé de que vivimos creyendo en que
un día encontraremos el amor verdadero, que creemos que
todos nuestros sueños e ilusiones se cumplirán, que las
desgracias pasarán de largo y no se posarán sobre nuestras
cabezas, que la vida no es de color de rosa.
Lunes 24-12-1995
Hoy dejé a Manu.
Mi corazón lloraba mientras que mis secos ojos sin apenas
pestañeo contemplaban la mayor de las injusticias cometidas
por mí. Terminaba una relación con un chico maravilloso
porque tengo miedo de descubrir un día que no es tan
maravilloso.
Prefiero vivir una vida solitaria, un hueco en la cama,
silencio en la casa, ningún mensaje en el contestador, nadie
que me espere al llegar para cenar... Pensarlo parece
triste, pero más apenada estaría si me ocurriese lo ya
vivido en un escenario parecido con las tornas cambiadas,
tocándome a mí ser la protagonista. No quiero preocuparme de
traer personas a este loco y desastroso mundo que día a día
se pone más patas arriba, no quiero tener una hija que suba
la música en su habitación para no tener que oír los gritos
de su padre.
Aprendí a quererme, conozco el orgullo y nadie hará que yo
me desprenda de él. Manu fue una sonrisa entrecortada, una
llama en un cirio cercano a una abierta ventana. Yo prefería
apagarla de un soplido antes que ver cómo se consume con
temor a que una brisa haga tambalearla toda una vida.
Martes 25-11-2008
Acabo de llegar de la huelga anual contra la violencia de
género, no sabrán las Hermanas Mirabal lo que consiguieron
con su muerte: reconocimiento, al menos, un día al año, para
todas aquellas mujeres que yacen en manos de sus
maltratadores.
He ido con varias chicas de la asociación en la que trabajo,
muchas de ellas aún no están preparadas y otras no admiten
públicamente que su marido les pega, ni que sufren
constantes vejaciones. Espero ayudarlas y que con el tiempo
ellas quieran ayudar a otras. En la manifestación me mostré
como siempre, cabeza alta, barbilla recta, espalda erguida,
amplia sonrisa y coraje desbordante.
Sólo tú y mi almohada, esponja de mis lágrimas, saben lo que
en realidad siento.
Mis sentimientos parecen estar en una montaña rusa, que
suben y bajan, que fluyen confusos.
Intento ser la actriz perfecta en la obra más compleja de
todas, la vida real.
Los espectadores son todas las personas que en algún momento
me rodean y éstos nunca deben saber que actúo. Mi máscara me
protege del mal de los demás, creando un escudo que no deja
ver mi vulnerabilidad.
Soy frágil como todas las chicas de la asociación, pero
ninguna de ellas se lo imagina. Tampoco Dani, pues me
encargo de enjoyarme con la mejor de las sonrisas.
¡Grito! ¡Lucho!
Al volver a casa me desplomo como aquella niña de diez años
aún enfadada con papá y con el mundo que nunca ha dejado de
ser. Mariposa de grandes alas preciosas, mariposa alicaída
sin compañía...
Desplegando mis alas para volar me he dado cuenta de que el
yugo de antaño me las cortó y estas son un mero postín, un
barato disfraz que mostrar al mundo real, mundo que es
diferente al abrir la puerta del portón.
Mariposa desteñida.
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