No podía ser de otra forma, algún
asunto problemático, derivado de la negligencia o
inadecuación de un servicio que debiera ser imprescindible,
falla en la travesía a Algeciras o viceversa: el aspecto
sanitario.
Oí, casualmente, este hecho hace un par de días, a un
familiar del niño herido en el Alborán el pasado domingo, y
veo ahora, con todo tipo de datos, la información que, en
nuestra edición del miércoles, firma Antonio Gómez.
¿Qué seguridad llevamos en los barcos?. Parece que la que
nos pueda venir por sí sola, porque no llevar a bordo un
mínimo botiquín, para usarlo si hace falta, con el material
imprescindible para una primera cura es lo más lamentable
que nos podíamos encontrar quienes utilizamos con cierta
frecuencia los servicios de las navieras que cruzan el
estrecho.
En este caso se trataba de un niño, de tan sólo 6 años, que
se había golpeado en la cabeza contra una de las sujeciones
de asientos del pasaje. Se había hecho una herida inciso
contusa que necesitaba de puntos de sutura.
Podía haber sido una persona mayor, o un mismo miembro de la
tripulación quien se hubiera lesionado y, así a mano ¿No
llevaban nada para una primera cura?, de ser así estaríamos
en que en la travesía de Ceuta a Algeciras, y a la inversa,
por esta y algunas otras razones, a los pasajeros nos
prestan unos servicios inferiores a los que en el transporte
normal de la trashumancia, los organismos correspondientes
obligan a los transportistas a tener con los ganados.
Pero aquí no pasa nada. Aquí, de momento, hay una denuncia,
el primer oficial de a bordo es denunciado por “dejación de
funciones”, y a esperar a que vuelva a suceder algo, da lo
mismo que sea peor, mejor o del mismo tamaño, aquí, repito,
vale todo.
Pero lo más curioso es lo del final, cuando ya se va a hacer
la denuncia y se piden las hojas de reclamación. Entonces ya
hay de todo, o al menos eso parecía, cuando el oficial dice
que “en el barco sí había botiquín, pero para casos más
graves”.
Esto no lo entiende nadie. Primero no hay un sanitario,
tienen que llamar por megafonía y, afortunadamente, iban
varios médicos que atendieron al niño. Luego no tienen
material sanitario y le pueden curar con unas gasas y unas
vendas que alguien aporta, de rebote. Finalmente, al ver que
la denuncia va en serio, parece que “hay de todo”, pero para
cuando lo consideren necesario o conveniente ellos, no
cuando sea necesario de verdad.
Y ahora la denuncia está ahí, en Comisaría y en Capitanía,
lo que hace falta saber es hasta donde va a llegar el
desarrollo de tal denuncia.
Muchas veces he dicho, en los más de 30 años que llevo
viviendo en Ceuta, que una vez que estás aquí, todo está a
mano, con las dificultades que pueda tener esta como otras
ciudades, pero que cada vez que he salido de vacaciones, al
volver, siempre aparece algún “rollo”, de atascos,
puntualidad, servicio caprichoso o lo que sea, y siempre en
torno al dichoso barco.
Ahora bien, ya es lamentable que en un caso de estos NO HAYA
BOTIQUÍN, cuando se pide, y cuando un ciudadano está
dispuesto a dar el paso de la denuncia HAY BOTIQUÍN,
bastante completo, incluso con el material necesario, como
debe ser, para una sutura rápida. Juegan con los pasajeros
de Ceuta.
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