Contra lo que pueda parecer a la
vista del número de personas que asisten a las
concentraciones que mensualmente se organizan cada día 25
para mostrar públicamente el repudio social hacia los
maltratadores, la próxima celebración del Día Internacional
contra la Violencia de Género, el martes, ha despertado una
actividad verdaderamente inusitada, consensuada y dirigida
en la misma dirección y en múltiples y muy diferentes
ámbitos de la sociedad ceutí. No sólo aquellas instituciones
que, porque son lo que son, están obligadas a posicionarse
abierta y activamente contra una de las lacras sociales de
nuestros días, como la Delegación del Gobierno o la Ciudad
Autónoma. Sindicatos, partidos políticos, asociaciones
juveniles de múltiples carices, organizaciones vecinales...
Los medios de comunicación han recibido durante los últimos
días una verdadera y saludable avalancha de iniciativas
sobre y contra la violencia de género. El acontecimiento
pone de manifesto que, a pesar de las cifras que crecen sin
cesar en lo que al número de muertas se refiere, algo se
está moviendo en el inconsciente colectivo en relación con
esta desgracia cotidiana. A veces puede parecer que no, pero
sí. Sin ser más que un dato anecdótico, porque del mismo no
se pueden extraer mayores conclusiones, que Ceuta sea la
región desde donde menos llamadas se realizan al teléfono de
asistencia 016 es una buena noticia, sobre todo si se
compara con la ciudad hermana de Melilla, desde la que se
realizan un 33% más de llamadas de petición de ayuda. “La
violencia de género es un fenómeno de enorme complejidad y
de alcance global que amenaza los derechos, la libertad y la
vida de las mujeres en todo el mundo”, concluyó ayer el
Consejo de Ministros, quien advirtió de que nos encontramos
ante “la otra cara del importantísimo avance que muchas
sociedades, y desde luego la española, han experimentado en
el camino de la igualdad entre hombres y mujeres”. Es el
momento de que, con la ayuda de todos, ese saludable
fenómeno deje de tener una cara oscura.
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