La Federación Provincial de Asociaciones Vecinales (FPAV) no
ha entrado en los planes de empleo de la manera que les
gustaría y tan sólo han podido designar a tres persona como
ocupantes de uno de los 130 puestos previstos para
colectivos desfavorecidos. Sin embargo, la entidad vecinal
desearía que las barriadas con local social tuvieran un
encargado de cuidar la sede vecinal para abrirla mañana y
tarde.
La Federación Provincial de Asociaciones Vecinales (FPAV) no
va a entrar, nuevamente, en los planes de empleo de la
Delegación del Gobierno. A pesar de que los dirigentes
vecinales han mantenido una reunión con el delegado José
Fernández Chacón esta vez tampoco será cuando la FPAV
consiga que se nombren a personas cualificadas para
controlar el patrimonio, la apertura y funcionamiento de los
locales sociales de las barriadas. Aún así, el presidente de
la institución, José Ramos, confía en la voluntad de Chacón,
el cual, les aseguró en una reunión mantenida hace varias
semanas, que estudiaría la posibilidad de incluir esta
opción para el próximo año, pero que para 2007 sería
imposible.
La idea que maneja la organización vecinal es que una
persona de confianza de la asociación de vecinos o la
barriada se encargara de abrir y cerrar el local por la
mañana y por la tarde. Con esto, la FPAV cree que se
potenciaría la cultura de los vecinos, ya que habría más
posibilidades de realizar talleres o dar cursos a los
pequeños y mayores. A pesar de que esto supondría mayor
coste para la asociación de vecinos correspondiente,
redundaría en un beneficio cultural y educativo, explicaron
los dirigentes vecinales.
Al menos son 30 los locales sociales los que existen en la
ciudad. La mayoría de sedes vecinales se encuentran cerradas
durante toda la mañana y el encargado, persona de confianza,
sería quien limpiara el local y quien cuidara del
patrimonio. Las propias asociaciones vecinales recomendarían
a esta persona.
La FPAV contó hace unos años con esta práctica, pero no
resultó efectiva, ya que algunos encargados se aprovecharon
de su situación. Los dirigentes vecinales dicen que están
preparados para afrontar este asunto de tal manera que no
vuelvan a existir estos inconvenientes.
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