En una planta, la 6ª del Hopsital Civil, donde las camas y
las cunas se aparcan en línea mezcladas con los carros del
reparto de comida, y con los de la limpieza manejados por
abnegadas profesionales, se produjo ayer uno de tantos casos
de reclamación de usuarios en Atención al Paciente tras una
agria discusión provocada, según los denunciantes, en este
caso, por una de las auxiliares de planta.
Ingresado un bebé de escasos 12 meses por gastroenteritis
acompañado de un cuadro de deshidratación que le obligó a
permancer bajo el cuidado médico en la planta de Pediatría
del Hospital Civil del Ingesa. Hasta ahí todo normal si no
fuera por dos concretos hechos que alteraron la paciencia de
unos padres, Javier G.G. y Angelina A.A., consternados por
la situación del bebé, por el estado de la instalación y por
la masificación en las habitaciones donde compartieron
estancia con pacientes que padecían cuadros víricos con
vómitos y diarrea en el mismo espacio que el bebé de 12
meses. Pese a la incomodidad manifiesta y el temor por mayor
contagio, se unió [relatan a EL PUEBLO] la discusión con la
auxiliar que colmó el vaso de la paciencia del matrimonio.
Eso sí, destacan el perfecto trato y comportamiento de los
demás profesionales a excepción de la denunciada.
“Yo no estoy aquí para prepararte biberones cuando a tí
te de la gana”
El bebé ingresó por deshidratación y un cuadro de
gastroenteritis. Según figura en el parte de reclamación:
“la pediatra de guardia estimó oportuno dar una dieta
astringente haciendo hincapié en que debía comer poquita
cantidad de alimento y varias veces al día”. La auxiliar de
referencia, ante la petición de la madre sobre las 19’00
horas de dar algo de comer al bebé siguiendo la prescripción
del facultativo, se negó en redondo “y de muy malos modos me
dijo que me tenía que esperar hasta las 20’00 horas que es
cuando pasan la cena. Ante esta contestación le expuse lo
que recomendó el médico. Su contestación fue la siguiente:
“yo no estoy aquí para prepararte biberones cada vez que a
tí te de la gana... esto es un hospital y tu hijo se tiene
que adaptar a los horarios. Si yo tuviera que dar a cada
niño lo que sus madres quieran...”, comentó la auxiliar.
Después del trato “humillante” recibido le solicitó el
nombre y apellidos que se negó a dar. La supervisora de
planta les atendió con la debida corrección, reconocieron, a
la que le pidieron “un trato digno porque no estamos aquí
por gusto”, señaló el matrimonio. La Dirección del hospital
ha tomado cartas en el asunto.
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