Muchos fueron los representantes de la Confederación
Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que intervinieron en
esta jornada pero ninguno fue tan gráfico como el director
técnico de esta institución, Juan Saura Martínez. Este
explicó la situación que la confederación se encontró en
Ceuta y Melilla cuando, en 2005, asumió las competencias en
ambas ciudades: “Ceuta estaba relativamente bien pero
Melilla era para echarse a llorar”. Ceuta estaba mejor
equipada pues poseía ya una desalinizadora y varios
embalses.
El director técnico de la Confederación Hidrográfica destacó
que Ceuta tiene garantizadas sus necesidades de consumo
diario gracias a la producción de la desalinizadora. Así,
según este, los fondos hídricos de arroyos y embalses
quedarán como reservas para cubrir la demanda en periodos
punta de consumo.
El Ministerio de Medio Ambiente, Medio Marino y Medio Rural
desembolsará 16 millones de euros en la ampliación de la
desalinizadora, 8 millones para la mejora del abastecimiento
en el Príncipe y 1,5 millones para mejoras en la ETAP, según
relató el propio Saura.
“Nos llamó la atención a nuestra llegada el alto nivel de
pérdidas de la red. Además existía un porcentaje superior al
50% de agua no facturada”, declaró. Combatir las pérdidas
hídricas es uno de los futuros caballos de batalla de la
Confederación. Para ello está en marcha el proyecto de
elaboración de una red cartográfica de tuberías subterráneas
de la ciudad. “La idea es ver dónde están las mayores
pérdidas para así proceder al arreglo y sustitución de las
canalizaciones”, añadió.
Uno de los indicios que revela el alto grado de fugas es el
consumo total de la ciudad. Así, mientras Ceuta tiene 400
litros por persona y día de consumo la media de la península
es de 300, tal como explicó el director técnico de la
confederación.
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