Tras cuatro meses cuadrando números con un panorama cada vez
más negro, el consejero de Hacienda presentó ayer por la
tarde, por fin, el proyecto de Presupuesto de la Ciudad para
el año próximo, un documento “difícil de elaborar” y
“prudente” que en términos consolidados llegará a 302
millones de euros y al que aún resta por incorporar el saldo
positivo que arrojen los acuerdos con la Junta y el
Ministerio de Economía y Hacienda.
Lápiz digital y tremendo dossier formato papel en mano, el
consejero de Hacienda de la Ciudad Autónoma, Francisco
Márquez, presentó ayer el resultado del trabajo que le ha
ocupado más tiempo durante los últimos cuatro meses a él y a
“decenas” de funcionarios municipales: el proyecto de
Presupuesto de la Administración local para el año próximo,
que como adelantó este periódico el pasado 6 de noviembre
superará por primera vez en términos consolidados (con su 14
sociedades municipales y organismos autónomos incluidos) la
barrera de los 300 millones de euros.
En concreto serán 302,5 millones, un 3,9% más que este
ejercicio, cuando se quedó en 291,4. De ellos, 259,5
millones corresponden estrictamente a la Ciudad Autónoma, un
4,55% más que en 2008.
Al darlos a conocer formalmente Márquez guardó sus primeras
palabras para “agradecer” al Consejo Económico y Social (CES)
el que volviera a poner “todos sus medios humanos y
materiales” en la tarea de “reflexionar con el Gobierno”
sobre su borrador presupuestario hasta cerrar, ayer mismo a
mediodía, su dictamente favorable definitivo, en el que
incorporó 8 recomendaciones.
En el mismo sentido, el consejero de Hacienda agradeció
también a las “decenas” de trabajadores municipales que
desde julio han contribuido a la elaboración de un documento
“más difícil de cerrar que nunca a causa de la crisis
económica, con anuncio de recesión, que vive la economía
nacional e internacional y que también repercute en las
cuentas autonómicas y locales”.
La diferencia es que él, como su homólogo melillense, lo ha
tenido bastante más difícil al tener que someterse a la
legislación que veta a las Haciendas Locales el recurso al
déficit público que sí utilizará el Estado y las Autonomías.
“Es la primera vez”, explicó ayer a media tarde después de
que el Consejo de Gobierno aprobase en Sesión Extraordinaria
a las 14.15 horas el proyecto, “que nos encontramos de
partida con que todos los ingresos, tanto los que
controlamos como los que no, disminuían”.
Con recortes de hasta el 7,6% en transferencias estatales de
capital importancia como el Fondo de Suficiencia, detalló
Márquez, su hoja de ruta se ciñó aún más escrupulosamente a
la “prudencia” en la previsión de gastos e ingresos. “Sin
posibilidad de llevar los gastos por encima de los ingresos
[en forma de déficit público] y cumpliendo todos los
compromisos adquiridos [72 de cada 100 euros de gasto
consolidado de la Ciudad son corrientes] el margen de
maniobra para gastos voluntarios es muy escaso”,
contextualizó el consejero, que tiró de manual para salvar
la coyuntura.
“El único posible”
“Este es”, resumió, “un Presupuesto prudente, acorde con la
situación económica que vivimos, austero y comprometido con
los más necesitados y con el adelanto de inversión pública
como medida anticíclica de manual de Economía Aplicada para
generar empleo, incrementar nuestros ingresos e incentivar
la actividad económica privada”. En suma, aseguró, es “el
único posible en este momento”.
Crisis aparte, el único posible porque a Márquez se le ha
agotado el tiempo para cerrar las cuentas del año que viene
con dos fuentes de ingresos por calibrar: una, la que
provendrá de las negociaciones en curso con el Ministerio de
Economía y Hacienda en relación con el nuevo marco de
financiación autonómica y otra, la que reportará nuevos
ingresos o menos gastos en función de cómo se traduzcan los
convenios que se firmarán en diciembre con la Junta de
Andalucía.
Según fuentes de la Asamblea en el mejor de los casos por
ambos conceptos la Ciudad podría recibir un saldo extra
positivo de alrededor de 20 millones de euros que, de
acuerdo con los principios que inspiran el documento ya
cerrado, se dedicarían “a gasto social y a inversión
pública”, adelantó Márquez aún sin conocer su cuantía
definitiva. Cuando se sepan, el Ejecutivo procederá a
tramitar la correspondiente modificación presupuestaria,
haya o no pasado por el Pleno ya el proyecto elaborado, algo
que se desea que ocurra el próximo 19 de diciembre.
A la espera de que eso ocurra Márquez detalló las fuentes de
los ingresos previstos para el próximo ejercicio. El 67,5%
de ellos proceden de la propia ciudad, un 3% más que en
2008, básicamente a cuenta del crecimiento que se espera que
registre la compensación que por la desviación de la
recaudación del IPSI recibe Ceuta anualmente de la
Administración General del Estado.
Esta es precisamente una de las fuentes de ingresos que
salvará de la recesión al Presupuesto municipal. Las otras
dos son el incremento previsto de los ingresos corrientes,
básicamente debido a la mayor recaudación que se espera de
diferentes impuestos indirectos y tasas y por los préstamos
que por cerca de 16 millones se concertarán para las obras
que obligó a asumir el temporal de finales de septiembre, un
10% de los cuales volverán a las arcas municipales en
concepto de tributos.
Dichas inversiones, que en 2009 superarán los 100 millones
de euros, afectarán de una forma especialmente sensible a
las barriadas de la periferia, que según dijo Márquez
recibirán hasta un 70% de los gastos previstos, aunque “no
se dejará de atender el centro, que es patrimonio de todos”.
En resumen, de cada cien euros que la Ciudad ingresa de
forma consolidada 43 proceden de la recaudación de impuestos
indirectos; 21, de transferencias corrientes; 11, de tasas y
otros ingresos, lo mismo que de las transferencias de
capital; seis más, de los pasivos financieros y cuatro de la
enajenación de inversiones. Dos euros aportará el capítulo
de impuestos directos y uno el resto de conceptos.
El gasto social crece
En cuanto a los gastos previstos el consejero de Hacienda
puso el acento sobre el que se destinará a atender los
distintos servicios sociales que presta la Ciudad. Según
aseguró, de cada cien euros que desembolse la Administración
local un tercio (el 34%) irán a parar a ese saco.
“Desde que accedió al gobierno local el incremento del gasto
social, que el próximo ejercicio crecerá un 10%, ha sido un
rasgo de los ejecutivos de Juan Vivas”, destacó Márquez, que
también incidió en los 4 puntos porcentuales de ahorro real
en gasto corriente que se lograrán con las medidas de
austeridad aplicadas y en la “congelación efectiva” de los
sueldos de los altos cargos.
En suma, de cada 100 euros que gaste en términos
consolidados la Ciudad el año próximo 36 se dedicarán a
pagar a sus trabajadores. Algo menos, 27, a gasto corriente
y servicios. Veintiuno, a inversiones reales; seis, en
transferencias corrientes, lo mismo que en pasivos
financieros y el doble que en gastos financieros. El euro
restante se lo reparten las transferencias de capital y los
activos financieros.
Con respecto a la política de Personal Márquez se congratuló
de haber hecho una previsión “realista” y “libre de
artificios” como los utilizados el año pasado. “Hemos trato
de ajustar el Capítulo I a la realidad y si aumenta [un
9,4%] es a causa de los acuerdos alcanzados con los
sindicatos para dar cumplimiento a normativas de carácter
estatal”, justificó el consejero, quien también aseguró que
el nivel de endeudamiento que se alcanzará cuando se
concierten los préstamos para las obras de urgencia y
emergencia pendientes, que llegará al 17,8%, “se aminorará
rápidamente puesto que el 50% de los mismos los compensará
el Estado”.
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Márquez tiende la mano a Ali y Ramírez para llegar al
consenso
Contentos los sindicatos, que
verán cómo van llegando a los bolsillos de los funcionarios
el Complemento Específico y los Fondos Adicionales que tanto
tiempo llevaban reclamando, el consejero de Hacienda tiene
ahora el propósito de lograr “el mayor consenso político
posible” alrededor del documento que regirá “la inversión y
el gasto público durante el año próximo, que se prevé que
sea económicamente difícil y complicado”. El titular de la
Consejería de Hacienda aseguró ayer que hizo llegar tanto al
portavoz de UDCE-IU, Mohamed Ali, como a la del PSOE,
Inmaculada Ramírez, el borrador del Presupuesto “al mismo
tiempo que al CES”, una decisión que describió como un gesto
“de cortesía, buena fe y convicción democrática” para
“fomentar su participación, junto a la del Grupo Popular,
que respalda al Gobierno, en la mejora del documento”. La
semana próxima Márquez se verá en sendas reuniones
bilaterales con los dos grupos de la oposición, cuya
receptividad agradeció, para, “por la vía del diálogo”,
lograr su voto favorable al proyecto.
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