“Esta ciudad es, a nivel económico, como un enfermo con un
gran número de dolencias: si la metemos en el quirófano y
queremos intervenirla de todas al mismo tiempo, se nos queda
en la sala”. Con esa metáfora defiende el secretario general
de UGT-Ceuta y presidente de la Comisión de Economía del
Consejo Económico y Social (CES), Antonio Gil, el dictamen
emitido por este organismo para la reactivación económica
local que tantas críticas ha recibido tanto desde Comisiones
Obreras (CCOO) como desde la patronal.
“Todos somos libres de ver las cosas de una forma u otra,
pero yo sigo pensando que es un buen informe, casi más si
tenemos en cuenta los votos particulares que le incorporaron
CCOO y la Confederación de Empresarios, un añadido que
elimina la necesidad de elaborar otro dictamen, como
acordamos todos en el CES”, explica Gil, que desde un
principio mostró su opinión contraria a incluir en su
catálogo de propuestas “medidas que dependiesen de la
aplicación de otra medida”.
“Hubo quien planteó solicitar la ampliación de los horarios
comerciales, pero UGT entiende que primero hay que crear un
caldo de cultivo turístico que acabe generando la necesidad
de abrir más tiempo las tiendas”, explica el líder del
sindicato, quien entiende que precisamente a dicho fin deben
contribuir iniciativas como la de abaratar el precio del
pasaje en la línea marítima o la de conceder un tipo
especial de visado, exclusivamente para Ceuta, a aquellos
marroquíes que, “con ciertas garantías como disponer de una
segunda residencia en la costa vecina o en Europa”, vengan
aquí a comprar o de visita.
Por todo ello para Gil “no tenía sentido elaborar una
avalancha de un centenar de iniciativas que se solapasen
unas a otras”. “Lo importante”, apunta, “era priorizar y
diagnosticar las necesidades más urgentes, que es lo que
hemos intentado hacer”, concluye.
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