Se trata de concienciar a los miembros de la unidad
familiar, de que todos sean responsables de las tareas
domésticas en el hogar. En esta línea fue impartido ayer el
taller de ‘La corresponsabilidad familiar’, puesto en marcha
por el Centro Asesor de la Mujer en colaboración con Procesa
y financiado por el Fondo Social Europeo.
Cada miembro de la familia debe poner su granito de arena y
de este modo la mujer tiene un espacio para su vida personal
y profesional. Bajo estas directrices fue impartido ayer el
taller ‘La corresponsabilidad familiar’, iniciativa del
Centro Asesor de la Mujer en colaboración con Procesa y
financiado por el Fondo Social Europeo y que se enmarca
dentro del Proyecto Mujer-Empleo.
Los destinatarios fueron los componentes de la Escuela de
Padres y Madres del colegio Severo Ochoa quienes escucharon
atentamente las palabras de la experta Paqui Ortega,
coordinadora del citado proyecto. “Lo que se trata es que la
familia asuma su parte de responsabilidad para que no todo
caiga sobre las mujeres de la casa, que son las que
tradicionalmente han soportado el trabajo doméstico.
Afortunadamente las mujeres nos hemos incorporado al mundo
laboral pero no hemos abandonado el hogar y esta doble o
triple jornada es la que están padeciendo muchas mujeres y
están poniendo en riesgo su salud física y psicológica”,
sintetizó la profesional.
Y entre los participantes tampoco faltaron las quejas y
sugerencias. “Es muy interesante la propuesta porque hace
falta que todos los miembros participen en la casa. Trabajo
dentro y fuera de la casa desde hace 19 años y se saca
tiempo de donde sea, pero si acostumbras a tu marido y a tus
hijos, terminan echando una mano. Hay que hacerles entender
que entre todos podemos, pero uno solo no”, explicó Aisha
Abdeselam Ahmed.
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