La certificación de la muerte del bebé de Pilar Rosello, la
joven ceutí que perdió la vida en avanzado estado de
gestación tras llegar con un problema cardíaco a las
urgencias del hospital civil, servirá para que la pequeña
Paula se incorpore a la judicialización del caso que se
sigue por el fallecimiento de la madre. El Juez del número 3
quiere examinar todos los datos que le llegan a través de
las diliegencias abiertas para determinar si se ha cometido
alguna negligencia o mala praxis médica.
El ‘Caso Rosello’ sumará hoy un nuevo capítulo al decidirse,
por la familia, la desconexión de la pequeña Paula de ocho
meses que se mantiene mecánicamente con vida después de
haber sido evacuada, según fuentes del clínico gaditano
Puerta del Mar, “sin función cerebral”.
El bebé, en muerte cerebral desde el pasado 12 de noviembre,
se encuentra mantenido mecánicamente por el equipo de
neonatología del materno de la capital gaditana, con el
convencimiento de la imposibilidad de que éste pueda
evolucionar en modo alguno.
Sólo se esperaba la decisión de José Baro, el marido de
Pilar Rosello quien tras culminar los complicados trámites
[denuncia y autópsia incluida] marchó el sábado a Cádiz
donde le aguardaba su otra hija de seis años que se mantenía
ajena a toda la dramática odisea. Finalmente ya se ha tomado
la decidión y hoy se dará la orden para que la pequeña sea
desconectada de la máquina que la mantiene artificialmente
con vida.
En este caso no será necesaria la práctica de autópsia. La
certificación del equipo médico del hospital gaditano, junto
con el pediatra que la atendió en Ceuta y la acompañó en el
viaje se incorporarán a las diligencias ya abiertas para el
llamado ‘Caso Rosello’ que sigue en instrucción el
magistrado juez Francisco Manuel Gutiérrez quien analiza
ahora los informes periciales y la praxis médica seguida.
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