Independientemente de cómo vayan las cosas, la vida sigue
igual en la AD Ceuta una vez alcanzado el primer tercio de
temporada. Teniendo en cuenta que el conjunto caballa,
continuando con su dinámica negativa, sigue regalando puntos
a todo aquel que esté dispuesto a aceptarlos, sin ser capaz
de cauterizar una herida que se ha convertido en un
auténtico reguero de sangre. Una grieta que se abrió hace
dos meses con la derrota en Antequera, a la que siguieron
las goleadas encajadas ante Cádiz, Poli Ejido y Real Jaén, y
los empates contra Betis B, Balompédica Linense y
Guadalajara. Resultados adversos aderezados por una única
victoria ante el Marbella, que arrojan un balance de seis
puntos de los últimos veinticuatro posibles. Una cifra
paupérrima para un equipo configurado para luchar por el
ascenso y que se mantiene más cerca de la zona de descenso
que del cuarto puesto.
Ayer al equipo que le tocó aprovecharse de la herrorragia
que padece el Ceuta fue el Guadalajara, quien fue capaz de
enjugar los tantos con que los ceutíes se adelantaron. Pero
los errores defensivos se pagan, como el conjunto de Benigno
Sánchez se ha empecinado esta temporada en demostrar. Y es
que durante la primera media hora de partido la zaga ceutí
se convirtió en un coladero, por el que los jugadores
alcarreños se internaban una y otra vez. La primera, al
introducir Dani Lanza un balón a la espalda de la defensa
buscando a un Iván Moreno que se durmió en los laureles
cuando se disponía a encarar a Lledó. Acción que poco
después terminó de la misma forma al buscar Dupi a
Alejandro, que lo máximo que a duras penas puso un envío que
no encontró rematador. Una falta de pólvora que evidencia la
realidad de los castellanos.
Así se llegó a la primera media hora de juego, momento a
partir del cual los ceutíes empazaron a carburar. El primer
aviso lo dio Álvaro con un disparo que Núñez atrapó, justo
antes de que Javi Navarro aprovechara la pasividad de la
defensa y, revolviéndose, alojara el balón en el fondo de
las mallas con un disparo cruzado. Hecho que sirvió para que
los locales se adelantaran, pudiendo ampliar su ventaja poco
después con otro disparo de Álvaro que, nuevamente, se topó
con el cancerbero alcarreño.
A pesar de todo los visitantes tampoco estaban por la labor
de bajar los brazos y, a medida que se fue acercando el
descanso, se crecieron hasta lograr el empate. Una igualada
que logró Iván Moreno al recoger un balón en la corona del
área y, ante la facilidad de la defensa ceutí, sacarse un
potente disparo junto a la cepa del poste ante el que nada
pudo hacer Lledó. Un gol que dio alas a los morados que
creyeron en sus posibilidades y se envalentonaron. Tanto es
así que adelantaron líneas marchándose a por un segundo
tanto. Craso error porque, en tiempo añadido, los ceutíes
volverían a adelantarse al culminar Fran Amado un
contragolpe conducido por Álvaro. Un segundo tanto que
suponía una transfusión para los blancos, que veían como la
sombra del Puertollano, Antequera o Cádiz, planeaba sobre el
césped del Alfonso Murube.
En la segunda mitad los morados salieron tocados pero no
hundidos, tras el mazazo que se llevaron al final del primer
periodo. Mientras los caballas estaban dispuestos a darles
la puntilla en cuanto tuvieran la oportunidad. De esa
manera, en los primeros veinte minutos, las incursiones se
alternaban en ambas porterías, con disparos lejanos que se
marchaban desviados. Como el remate de cabeza de Villa, a
pase de David Feito, que rozó el palo del marco defendido
por Lledó. Una aproximación a la que siguió otra de Iván
Moreno, quien recogió un pase de Dani Lanza desde la
izquierda, para entretenerse en demasía. Incursiones que
provocaron que un cauto Benigno Sánchez evolucionara del
4-4-2 con rombo a su habitual 4-2-3-1, introduciendo a Txiki
y Bernat por David Fas y Álvaro. Lo que llevó al Ceuta a dar
un paso atrás, que se tradujo en el gol del empate. Tanto
que llegó en una falta lateral botada por Iván Moreno y
rematada por un Alejandro que se encontraba completamente
solo.
Con un cuarto de hora por delante, los blancos tardaron en
reaccionar. Y es que no fue hasta los últimos minutos cuando
Txiki lanzó una falta a las manos de Núñez y posteriormente
Bernat se sacó un disparo desde la frontal al que respondió
el arquero haciendo gala de sus reflejos, desviando a córner.
Ya en tiempo añadido, y a partir de un saque de esquina,
Fran Amado la puso para que Javi Navarro la estrellara en el
portero, justo antes de que Alberto probara fortuna con un
chut que se fue desviado tras el que acabó el encuentro.
Un empate que sabe a poco en la entidad caballa donde,
independientemente de los números acumulados y de la imagen
del equipo, continuará como técnico el murciano Benigno
Sánchez.
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