Ha querido que fuera antes de que
termine el año y me supongo que en esta visita de hace tres
días habrá comprobado que la obra de “la manzana” avanza
pero, aún falta mucho terreno por recorrer antes de que todo
esté terminado.
Sí, así como suena, la obra está siendo mucho más larga de
lo que parecía cuando se comenzó, o de lo que alguien
“vendió” que sería, y aunque comienzan a darse fechas para
la utilización o la finalización de ciertas partes, esas
fechas se manifiestan de una manera tan vaga, que no sé por
qué me huele que lo que no se quiere, de inmediato, es
terminar nada, para así ir evitando “el trago” de “¿Cómo
utilizamos esto?”.
Peligrosa y con herencia fue la manzana de Adán, larga,
peligrosa y sin perspectivas claras, va a ser la del
Revellín.
Y menos mal a que el grupo GIL estuvo en el poder poco
tiempo, aunque alguno de los tránsfugas sacó su bocado, y
emigró, por si acaso, que si siguen en el poder, durante
toda la legislatura, los que se han quedado por aquí
hubieran terminado con normalidad, pero los otros que
emigraron, no sólo el cabeza de lista, se hubieran llevado
hasta los adoquines de las calles más céntricas de la
ciudad, y a estas horas tendríamos todos los dominios de
Ceuta, desde Benzú al Monte Hacho y desde aquí hasta el
Tarajal, convertidos en grandes obras, sin saber para qué, y
lo que es peor, sin saber cuando y como se iban a terminar.
De momento, una cosa sí sabemos ya, respecto a la “manzana”
y es que el mercado ese, que parecía el descubrimiento del
bien y el lujo, no va a ir ahí. Algo se ha ganado.
Es lo mejor que se ha podido hacer, así como suena, porque
esa gran obra, o mejor dicho obra grande e interminable, por
el mucho terreno que ocupa y por el tiempo que se está
invirtiendo en ella, además de por la ruina económica que va
a dejar, para muchos años, digo que esa gran obra, si
hubiera recibido el mercado entero o parte de él, en pocos
meses hubiera sido otro de los lugares que, tras costar un
riñón, se iba a estar utilizando en algo de puro relleno.
No sé si las nuevas ideas, para utilizar parte de la
manzana, van a ser mejor o no, pero lo que sí está claro es
que nunca serán peor.
Y como la apertura irá por etapas, ya se pone fecha, eso sí
aproximada, la Semana Santa – quiero creer que será la de
2009 – verá que están concluidas las calles Padilla, Muñoz
Castellanos e Ingenieros. Por algo se empieza.
En verano – no sé si en junio o septiembre - estará
operativo el parking subterráneo; en Navidad, de aquí a más
de un año, abrirán la Plaza y el Auditorio, mientras que el
resto, poco a poco, irá entrando en funcionamiento. Alguien
nos puede decir que no hace falta tanta prisa y es cierto
que “no se ganó Zamora en una hora”, pero esta obra la van a
recordar muchos jóvenes como aquella que empezó cuando iban
a hacer la primera comunión y terminó cuando ya se iban a
casar, o sea, la más duradera de Ceuta.
Y a las pruebas me remito, pues en los siete años que estuve
ausente, entre mis dos etapas aquí en Ceuta, se trazó y casi
concluyó la Gran Vía, se hizo la parte nueva del
Ayuntamiento, con el Hotel Tryp al lado, se hizo el Parque
Marítimo ..., y no sé cuantas más cosas. En la manzana ya
van en torno a esos siete años y todavía tiene mucho que
llover hasta que podamos decir: “la obra ha concluido”. ¡Que
sea para bien!
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