Igual que Ceuta tiene a su cronista oficial, desde ayer hay
una sensación colectiva entre las más de cien personas que
acudieron a la Sala Café Club de que la urbe ya ha escogido
a su poeta urbano, encargado de llevar la poesía a la calle
y sus preocupaciones. Sin embargo, lo que más llama la
atención de todo este asunto es su edad, porque Álvaro
Pareja cuenta con 18 años de aspecto bohemio y uno sabe que
normalmente con esa lozanía la sensibilidad la vuelcan los
chavales en la PlayStation.
La Sala Café Club se llenó ayer para una velada de poesía al
estilo Village de Nueva York; algo impensable hace apenas un
año, periodo que lleva la sala-teatro en el Poblado Marinero
reavivando la vida cultural de la ciudad; algo que
seguramente se juzgará en su justa medida con el paso de un
buen nutrido número de años.
“Entre el despecho de Espronceda y la maldición abatida de
Neruda”, definió a Alvaro Pareja su profesora, un chaval que
a sus 18 años es capaz de plantearse una versión poética de
Principios matemáticos de la Filosofía natural, de Isaac
Newton, considerada por muchos como la obra científica más
importante jamás publicada; pero, en una pirueta más que le
deja a uno petrificado, Pareja afirmó con una sonrisa en la
presentación de su libro de poemas, Principia, que su
objetivo es el contrario al del matemático, contradecir.
Entonces a uno le entran ganas de pedir que alguien te
enseñe su DNI a ver si es realmente verdad que nació en
1990.
“Cada uno puede dar la versión que quiera a los poemas”,
advirtió, no obstante, Pareja, quien en su ópera prima habla
de “una visión alterada del mundo, como un gran sistema
tecnológico e impersonal”. De hecho, este librito conecta de
lleno con la poesía social y urbana; pero no es una
preocupación gratuita como prueba su desinterés lucrativo,
ya que se distribuye gratuitamente, admitiéndose únicamente
donaciones que irán destinadas a la Asociación Digmun. Se
podría decir que Pareja predica con la palabra y la acción.
|