Quizás poca gente de Ceuta lo sepa pero la ciudad está
enclavada en una encrucijada, en la confluencia de placas
tectónicas que hacen al Estrecho una zona de importante
actividad sísmica. La ausencia de terremotos que hayan
provocado grandes daños o que se hayan sentido realmente en
Ceuta han fundamentado este desconocimiento. Su estratégica
situación y la colaboración de la Facultad de Educación y
Humanidades con el Instituto Andaluz de Geofísica (IAG),
ambos unidos por la Universidad de Granada, han posibilitado
que Ceuta posea, desde hace algo más de cuatro años un
sismógrafo. Ello hace que esta ciudad forme parte de una
gran red, primero regional y luego internacional, de
análisis y seguimiento de terremotos, maremotos y
movimientos tectónicos diversos.
El secretario del Instituto Andaluz de Geofísica, Francisco
Carrión, explicó que gracias a la Red Sísmica Andaluza todas
las provincias y otras ciudades del entorno como Ceuta
cuentan con sismógrafos que registran la actividad y envían
información en tiempo real. La mayoría de los aparatos son
de banda ancha, el ubicado en nuestra ciudad es uno de
ellos. Carrión explicó que esta denominación implica que su
grado de cobertura sea mayor llegando a registrar terremotos
“locales, regionales y mundiales”. Un equipo “sofisticado” y
con un valor de unos 24.000 euros.
Esta organización ha ampliado su campo de cobertura gracias
a su integración en SEISCOM, la red internacional de
actividad sísmica. Un entramado al que Ceuta pertenece. “Esa
red nos permite monitorizar en tiempo real toda la actividad
sísmica del mundo”, añadió Carrión.
Ceuta, Melilla y Andalucía están en una zona “relativamente
inestable” conocida como la Falla de Carboneras que
geográficamente se enmarca en el entorno del Mar de Alborán.
Los últimos estudios han permitido contemplar como “entre
inicios de octubre y principios de noviembre hemos detectado
gran actividad sísmica en la zona”.
Granada es la provincia de entre todo el ámbito de cobertura
de la Red Sísmica Andaluza con mayor historia por
terremotos. “No fueron grandes seísmos pero sí se dejaron
notar y claro antes estábamos menos preparados que ahora”,
relató. En este sentido, el secretario del Instituto Andaluz
de Geofísica concretó que Melilla tiene “bastante más”
actividad sísmica que Ceuta. La ciudad autónoma pudo
comprobar, aunque de lejos, las réplicas de un gran
terremoto como el de Lisboa, cuya fuerza se dejó notar,
sobre todo en Cádiz y Huelva.
Los terremotos pueden llegar a ser terriblemente virulentos
por su fuerza y devastadores por sus consecuencias. Pese a
los avances de la técnica la ciencia no puede predecir
terremotos. “Ni nosotros ni nadie puede”, agregó. Las tareas
de entidades como el Instituto Andaluz de Geofísica se
centran, sobre todo, en la prevención de cualquier
eventualidad derivada de un terremoto.
El IAG es en Andalucía una entidad de reconocido prestigio
por lo que ha establecido lazos de colaboración con
Protección Civil para el desarrollo de programas de
protección sísmica. Además está a punto de concretar un
acuerdo con la Consejería de Educación de la Junta de
Andalucía para fomentar la prevención en los centros de
Primaria y Secundaria de la comunidad.
Francisco Carrión y otro compañero del Instituto Andaluz de
Geofísica visitaron el martes pasado el sismógrafo de la
Facultad de Humanidades para realizar operaciones de
mantenimiento del equipo. Exactamente su desplazamiento
sirvió para realizar la conexión de Ceuta a SEISCOM, según
confirmó. “Con el sistema antiguo los datos nos llegaban una
hora más tarde, ahora lo recibimos todo en tiempo real. Sólo
hemos tenido que cambiar la configuración”.
Visitas de mantenimiento como esta no van más allá de una al
año. Por otro lado, ante cualquier avería o contingencia, el
desplazamiento es inmediato.
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