La cosa va de datos y de motor. Abróchense el cinturón, por
si acaso. Ceuta cuenta con una población cercana a las
76.000 personas. Pues bien, el parque de coches en la ciudad
está estimado, según datos de octubre de este año, en
57.468; mientras que el de ciclomotores alcanza los 4.081.
Entre los dos sobrepasan los 60.000. O sea, ¿es Ceuta la
única ciudad del mundo donde los niños conducen y tienen
coche propio? No. Esta ciudad es peculiar por otros motivos,
pero no por este. Sí resulta llamativo que cada familia
cuente con al menos 2 vehículos para circular por una
superficie de 19 kilómetros cuadrados. “Tenemos más densidad
de población que Nueva York”, valoró el jefe de la Policía
Local, Ángel Gómez. “Hay más coches de la cuenta. Teniendo
cuenta los 19 kilómetros cuadrados de Ceuta y el número de
vehículos que circulan. Nueva York tiene más kilómetros
cuadrados en relación con el número de vehículos que
circulan”.
Sin embargo, eh aquí las contradiciones, esta ciudad no
sufre apenas atascos; sí, tirones y parones de circulación;
sí, ruido de motor, cláxones y sirenas de ambulancias. “Si
te fijas bien, los únicos momentos del día en el que la
circulación se atasca más son de las 8.30 a 9.30; de las
13.30 a las 14.30; y de las 20.00 a las 21.30”, detalló
Ángel Gómez. Es decir, desayuno, comida y cena. Congestión y
‘Frenadol’ para dormir y comenzar un nuevo día de constipado
crónico, que solo descansa los fines de semana y que se
agudiza cuando llega el solecito del verano, con la
Operación Paso del Estrecho. Nunca dejan de pasar coches,
aunque, según indica la policía, los atascos son mínimos y
durante el resto de las horas del día no se producen
retenciones significativas. A pesar de que en Ceuta no se
respetan las normas de circulación, por lo general, el
número de accidentes, pese a todo, tampoco es notorio. En
los primeros 13 días de mes, la Policía tan solo ha
registrado 32 accidentes, algo más de dos al día y todos de
carácter leve. En 2007, solo se registró una víctima mortal
de tráfico.
“¿Has visto algún atasco ahora al venir hacia aquí?”,
pregunta Gómez a las 12.30 horas. Se asoma a la ventana de
su despacho, mira la Avenida de África y, en efecto, tráfico
fluido, aunque constante.
“Lo más que tarda una persona de un sitio a otro son 10
minutos; lo único que se puede producir es una retención” y,
sobre todo, a la hora de los colegios. “Cuando salen los
niños del colegio, los padres ocupan una parte del carril y
entonces se produce el embudo. “¿Pero qué vamos a hacer?
¿Aplicar la ley a rajatabla?”. “No hay solución”, termina
Gómez. “Ceuta tiene problemas pero no es un problema”, les
dijo Vivas a los Reyes.
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El ruido es capaz de dejar psicológicamente hundida a una
persona y con 25 kilos menos
La Policía Local también se
encarga de medir el ruido en la ciudad. No solamente de los
vehículos, sino también del que se produce en el silencio de
la noche, tan añorado para algunos. Por ejemplo, en la
plazoleta de Teniente Ruiz se da el caso de una señora que
ha perdido cerca de 25 kilos a causa del estrés que provoca
el ruido. Existen límites. En un dormitorio, el máximo de
decibelios que puede haber una noche es de 30. Una
conversación en la calle de madrugada puede sobrepasar esta
barrera. Cada vehículo tiene también sus límites y se
calcula que los decibelios de las arterías principales de la
ciudad, sea Independencia, Gran Vía o Desdoblamiento,
alcanzan los 70. También influye el estado de conservación
del coche y el asfalto. En cuanto a la contaminación, son
los exámenes de la ITV los que se encargan de valorar.
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