En una convocatoria oficiosa, como todo lo que sucede en el
PSOE de Ceuta últimamente, en la que amagó incluso con no
sentarse siquiera porque lo que iba a contar era “muy breve”
el presidente de la Comisión Delegada de Ferraz, Salvador de
la Encina, cerró ayer en 280 el número de solicitudes de
afiliación recibidas esta semana en la sede de Daoiz. Ahora,
dijo, llega el momento de “peinar” los expedientes con
“parámetros internos y muy claros” que no explicitó: “Hemos
aprendido a conocer a las personas que intentan sumarse al
partido con una u otra intención”, dejó caer, pero no asumió
percibir irregularidades.
Superado el trance parlamentario de los Presupuestos
Generales del Estado, el diputado y presidente de la
Comisión Delegada de Ferraz para Ceuta, Salvador de la
Encina, volvió ayer a Ceuta para llevarse en su maletín a
“peinarlas” las 280 solicitudes de afiliación que, según
dijo, se han recibido desde el lunes y hasta el jueves y
comparecer ante los medios de una manera un tanto sui
generis, sin convocatoria oficial. De hecho, ya ante las
cámaras, el diputado amagó con no llegar siquiera a
sentarse. “Voy a ser muy breve”, dijo. “Yo hoy he venido
básicamente a trabajar en el mandato de recogida de
solicitudes que se han tramitado”, advirtió antes de resumir
que el proceso transcurrió “con normalidad y sin ningún tipo
de incidentes”. “Ahora nos queda trasladarlas a Madrid y
analizarlas para ver cómo se configura el censo final de
militantes”. Después, a preguntas de los medios, De la
Encina se limitó a pedir y guardar respeto a los afiliados
potenciales y contradecir alguna de sus afirmaciones del
prólogo.
- “¿Hay un número exacto de afiliaciones?”, se preguntó.
- “Las solicitudes que se han presentado son 280”, dijo.
- Un número importante, ¿no?
- Sí, pero depende del parámetro que se tome.
- ¿Cuál es el proceso que queda y qué plazos hay?
- Este es un proceso sin plazos. Hay intencionalidades, como
siempre he dicho, pero no es un proceso normal porque no es
un Congreso el que se celebra sino una Asamblea. Se
analizarán las solicitudes y en su momento se llevará a cabo
la convocatoria de aquellos que hayamos decidido finalmente
que sean los admitidos para una Asamblea que todavía no
tiene fecha concreta.
Ni fecha para la gran cita ni para cerrar el censo
(“queremos hacerlo de aquí a final de mes, a ver si es
posible”, se limitó a reiterar, aunque los Estatutos
establecen que debe estar listo 10 días antes de la
Asamblea). Ni invitados políticos confirmados más allá del
jefe de los servicios jurídicos de Ferraz, Álvaro Sánchez,
cuya defensa frente a la demanda que interpusieron Gil y
Fernández (“ex compañeros”, les llamó sin citar su nombre)
tildó de “digna e ilustrada”.
El baremo del ‘peinado’
Si hay criterios para el “peinado” de los expedientes de
afiliación, cuyo número global hay que fiar a su
credibilidad dado que no se entregaron más que unos pocos
justificantes de haberla solicitado, tampoco los concretó.
- “Ceuta”, recordó De la Encina, “es una ciudad muy pequeña.
Aquí nos conocemos todos y sabemos procedencia y otras
características. Son 130 años de historia y hemos aprendido
a conocer a las personas que intentan sumarse al proyecto
socialista con una u otra intención. Hay parámetros muy
internos y muy claros para saberlo. Somos democráticos pero
no idiotas y tenemos criterios internos como cualquier
organización para ver cómo debe de proceder en estos casos
para llevar a cabo el ‘peinado’ que requiera lo mejor para
el PSOE de Ceuta”.
- “¿La Comisión Delegada ha detectado ya irregularidades?”,
se le pidió que aclarara a la vista de sus palabras
anteriores sobre la “procedencia” y las “intenciones” que se
iban a escrutar y de las sospechas que la candidatura
oficialista tiene sobre parte de las solicitudes presentadas
y de las que la renovadora mantiene sobre la capacidad
coercitiva que determinados instrumentos del poder
institucional pueden ejercer, vía Planes de Empleo, para
fomentar la afiliación afín.
- “La Comisión la presido yo. Acabo de llegar a Ceuta a
recoger las solicitudes, analizarlas y actuar
posteriormente”, se limitó a apuntar.
- ¿Calificaría de ‘sorprendente’ que de 280 solicitudes
quedasen 30?
- A partir de cinco, el censo mínimo que debemos tener para
constituir la Asamblea, nada me sorprendería ni me dejaría
de sorprender. Valoraremos la situación teniendo en cuenta
especialmente a los que estaban afiliados antes de la
disolución, que es la base más fidedigna de referencia. Lo
demás es un termómetro sobre la ilusión que genera el PSOE.
Analizaremos con lupa las mismas con el respeto que nos
merece cada una de esas personas para ver cómo se procede,
pero la referencia que debemos adoptar es la del censo que
teníamos, con años de militancia y trayectoria. Esa será la
base fundamental. Lo demás es más orientativo que otra cosa.
En esa misma línea, sin dar nunca nombres concretos, De la
Encina pasó el primer Rubicón, el de cómo se maquetará el
censo, y llegó al segundo, el que se refiere a si se
permitirá o no afiliarse a las cabezas visibles de la
alternativa, empezando por Javier Martínez, al que los
nuevos Estatutos le garantizan el traslado “automático” de
León a Ceuta, y terminando por Gonzalo Sanz y Justino Lara.
Sobre esa criba sólo dejó una cosa clara: los
indisciplinados, aunque no dijo cómo se medirá su rebeldía,
lo tienen crudo.
“El PSOE no va a volver a contar con aquellos que fueron
indisciplinados porque la indisciplina se paga muy cara”,
advirtió días después de asegurar a este periódico que haber
firmado, sólo firmado, por el Congreso Extraordinario “no
inhabilitará” el reingreso en el partido. “La unidad no
significa borreguismo ni seguir todos el mismo criterio,
pero una organización como esta que se jacta de ser capaz de
gobernar este país y de ser el partido más democrático no
sólo de España, sino de los mayores de Europa, difícilmente
puede organizar la gestión de la sociedad si no es capaz de
tener en un ámbito de unidad de actuación, que no de
pensamiento, a personas que no saben aceptar las decisiones
democráticas de los órganos gestores”, condensó su forma de
ver las cosas.
- “¿Se intentarán seguir los Estatutos?”, se le interrogó.
- “El proceso interno de una organización de estas
características está internamente muy claro y es el que
vamos a seguir”, replicó.
Así, se negó a entrar en valoraciones sobre candidatos o
candidaturas. “No puedo hablar de candidaturas en un proceso
en el que aún no se ha procedido a la afiliación”, dijo tras
recordar que “en 25 años de militancia uno aprende cosas y
no se entiende que sin convocatoria ni selección haya
postulaciones públicas y oficiales”.
¿Juez y parte?
Sobre el papel que Carracao, con Ejecutiva confesada en
reuniones “oficiosas” con militantes, pueda jugar como juez
y parte en este proceso tampoco quiso extenderse:
- Que uno de los candidatos oficiosos...
- “Permítame”, interrumpió al periodista, “que le corte. No
hay candidatos ni oficiosos ni oficiales porque no hay
proceso que permita hablar de eso. No voy a caer en
contestar a una pregunta admitiendo de entrada algo que no
se da porque sería aceptar que yo vulnero también un proceso
que no ha llegado a ese punto”.
- ¿A pesar de que ese candidato lo ha reunido y ha
presentado a su Ejecutiva en las reuniones que ha mantenido,
algo que no está desmentido?
- “Cada uno es muy libre en su ámbito personal de llevar a
cabo las actuaciones que se quiera, pero yo como presidente
de la Comisión Delegada encargado de velar por este proceso
no puedo valorar candidaturas que no pueden existir porque
no se ha planteado en este momento”, justificó.
El futuro del partido
Para finalizar, oído de algunos de los representantes más
consolidados del PSOE ceutí, no adscritos ni mucho menos a
los críticos y con cargos de responsabilidad, que si las
cosas se hacen con bisturí “el partido no durará ni seis
meses”, se requirió de De la Encina un pronóstico sobre si
la próxima Asamblea “puede volver a quebrar el partido”.
- “No debería”, dijo.
Y es que según el diputado socialista “después de un año y
pico de disolución y de hacer un esfuerzo por normalizar la
situación del partido no habríamos aprendido mucho si se
vuelven a producir situaciones de indisciplina interna, que
fue lo que se produjo contra la Gestora que existía para que
no pudiera desarrollar sus actuaciones y de no aceptación de
una decisión adoptada democráticamente por la Ejecutiva
Federal que fue no convocar un Congreso Extraordinario como
se pretendía”.
“Nuestra obligación”, remachó, “es preservar que las
personas que vayan a actuar en el futuro en el partido sean
militantes que sepan dónde están y que trabajen por los
problemas de los demás con unidad aunque con diferencias en
el pensamiento y acatando las decisiones del órgano máximo
de dirección como aquella de no hacer un Congreso
Extraordinario porque no era positivo para el futuro
electoral del partido”.
“Se hizo una disolución, se trabajó activamente hasta la
campaña, se presentó una lista joven y con ganas de
contactar con la ciudadanía y se obtuvo el 42% del resultado
electoral”, enumeró. Resultado: “La sociedad ceutí apuesta
por el socialismo cuando trabaja por sus problemas y no
endogámicamente por sus problemas internos y con broncas
internas. Eso no se puede repetir y no se va a repetir”,
quiso dejar bien claro.
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