Desde la Delegación del Gobierno señalaron que tanto en el
perímetro fronterizo como en el puesto de Beni-Enzar
continúan los refuerzos de efectivos de la Policía Nacional
y la Guardia Civil desplegados desde que comenzaron los
primeros asaltos de subsaharianos hace dos semanas,
coincidiendo con el derrumbe de 50 metros de la alambrada
fronteriza a causa del temporal.
Así, el puesto fronterizo de Beni-Enzar, el más importante
de los cuatro que hay entre Melilla y Marruecos, continúa
controlado por el servicio habitual de Policía Nacional y
Guardia Civil, reforzado por una dotación de la Unidad de
Intervención Policial (UIP).
En cuanto al perímetro fronterizo, se mantiene reforzado por
36 agentes de la Guardia Civil de los Grupos Rurales de
Seguridad (GRS), especialmente en la zona dañada de la
triple alambrada, cuyas obras de reparación se prolongarán
durante dos o tres semanas. Melilla sufrió anteayer de
madrugada la avalancha de inmigrantes más importante de los
últimos meses, después de que 150 subsaharianos intentaran
en dos ocasiones entrar a la ciudad.
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