El tremendo potaje que me he
zampado en la Casa de Ceuta hoy, por el domingo, estuvo a
punto de hacerme reventar, sobre todo el ardor de la
morcilla incluida en el mismo, y mandarme a la UCI. Obvio es
que no estamos en edad de celebrar comidas pantagruélicas,
que en el menor de los casos dispara la tensión hasta cotas
imbatibles y además no afecta a la crisis económica: el
potaje es baratísimo.
La posición actual del país en la mesa del mundo de la alta
política está bien estimada; por un lado nuestros Reyes
trabajan algo con visitas a países americanos; Rodríguez
Zapatero se pone las botas con lo del G-20; Rodríguez Ibarra
suelta una pimienta no picante en el ruedo político de la
Escopeta Nacional y asegura que con el Príncipe en el trono
sería un buen momento para un nuevo pacto institucional, la
Audiencia Nacional bloquea los trabajos de “arqueología”
destinados a engrosar la Memoria Histórica…
Bueno, como en todo siempre hay un punto negro, este punto
negro es el atentado sufrido por los soldados españoles en
Afganistán. ¿Qué esperaban Vds.?, si mandamos soldados a un
país soberano destrozado por los amigos de Aznar… no creerán
que les echarán rositas perfumadas con polvo de opio, desde
luego.
La OTAN es ahora lo que el Gran Turco lo fue en tiempo de
Cervantes. Ignoro si me entienden, pero se lo que me
escribo. Las constantes cortinas de humo que sueltan
nuestros dirigentes conjuntamente con las de otros países y
asumidos todos por el espíritu otaniano, no tapan
suficientemente las verdaderas razones de esas
intervenciones bélicas en países soberanos
Que vayamos a instruir al ejército afgano o a construir
autovías, con fusiles en vez de palas y picos, no es
impedimento para que los ciudadanos de ese país jueguen de
vez en cuando con sus cochecitos bombas… eso lo saben
perfectamente todos los que están en el ajo y las
lamentaciones que vienen luego por pérdidas de vidas humanas
son eso, lamentaciones de fariseos.
Con los del reciente atentado, suman ya ochenta y siete
españoles que han muerto defendiendo un territorio
totalmente ajeno a nuestros intereses y, obviamente, son
ochenta y siete defensores menos cuando nos ataquen en
nuestro propio país LOS SOLDADOS DE OTROS PAÍSES INSTRUIDOS
POR LOS PROPIOS SOLDADOS ESPAÑOLES… ¿a qué conduce esta
participación?
En cuanto al orden religioso… me causa pena y a la vez una
tremenda risa la cómica reacción de unos señores que se
dicen servidores de Dios. Me refiero a los cristianos
ortodoxos, griegos y armenios, que por un quítame allá esas
pajas se lían a mamporro limpio en pleno escenario del Santo
Sepulcro. Ni las mejores películas de peleas entre clientes
de bares y soldados de la Navy esa norteamericana de Francis
Ford Coppola lo superan.
La tradición sitúa la tumba de Cristo en ese lugar de
Jerusalén y lo convierte en el lugar más conmovedor del
mundo, palabras de alguien que está por encima de todos en
temas religiosos, y es precisamente en ese lugar donde
celebraban los devotos de confesión ortodoxa armenia (son
seis confesiones distintas que tienen presencia allí) la
fiesta que conmemora el hallazgo de la cruz en la que se
cree que Jesucristo fue crucificado. Estos armenios se
negaron a que un representante de los ortodoxos griegos
estuviera presente por lo que estos cortaron la procesión
que comenzaba en ese momento. De ahí a soltar puñetazos fue
un todo. ¡Vaya espectáculo de unos señores religiosos!
Lo malo de todo no fue la pelea en sí, fue que los soldados
israelíes, a los que llaman policías, irrumpan en tan
sagrado lugar con armas. Aunque yo dudo que en ese lugar se
encuentra la tumba de Jesús.
Lo grotesco de todo eso, lo verdaderamente increíble es que
las comunidades cristianas que custodian el lugar, a través
de un pacto, y entre las que se incluye la católica, no se
pongan de acuerdo por un asunto tan banal como hilarante:
una escalera de madera lleva más de un siglo apoyada en la
fachada de la Iglesia del Santo Sepulcro y no se ponen de
acuerdo sobre quién está autorizado a retirarla… encima las
puertas de la Iglesia la abren cada día de madrugada dos
familias ¡¡musulmanas!!, porque existe mucha rivalidad entre
los cristianos en quién ha de ser portero. Estos momentos de
sacro-humor son impagables.
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