Ha sido el tema mundial del último
mes, la “ilusiobama”, ya veremos hasta donde se ha logrado
llegar, de verdad.
Las elecciones americanas han pasado, el triunfo de Obama se
ha dado, con lo que una etapa distinta acaba de comenzar
para los EEUU, ya veremos si con repercusiones a nivel
mundial, o únicamente en el área más dominante por parte de
los americanos.
Lo que, a primera vista parece, es que una gran parte del
mundo ha acogido la llegada de este joven presidente con
ilusión, aunque nos podemos preguntar ¿Con ilusión de
qué...?. Es la incógnita de estos primeros momentos, que
tardará en resolverse.
Algo nuevo, es cierto, se ha dado a lo largo de estas
elecciones, que han terminado, como se esperaba, con el
triunfo de los demócratas, tras dos legislaturas de los
republicanos en el poder.
Es, pues, la época del cambio, con un negro, por primera vez
en la presidencia de los Estados Unidos de América. Los
cambios, siempre son llamativos, pero los problemas le
llegarán a Obama cuando tome posesión y empiece a vivir en
la Casa Blanca.
En ese momento, siendo ya presidente, es cuando le llegarán
los problemas y muy especialmente cuando se tenga que
enfrentar a la situación económica de su país y,
especialmente, de todo el área cercano a los suyos.
Todos los cambios traen ilusión, este, posiblemente, más,
aunque venía cantado el triunfo del demócrata, por los
últimos años de la política americana con G. Busch,
republicano, en el poder.
Y desde aquí, podemos decir que eso, en principio, nos queda
lejos, aunque sabemos que hoy, al instante, las
repercusiones llegan a todos los rincones del mundo, para
bien o para mal.
Y ahora, parece, es amigo de todos, de todos aquellos que
necesiten de él, ya veremos cuando él necesite de todos
aquellos que ahora, sin conocerse, se declaran aliados,
amigos e íntimos.
Particularmente nunca, tras unas elecciones, sean del corte
que sean me posiciono, sin más, prefiero y he preferido,
siempre, ver lo que hay, por donde se va, la forma de
trabajar y el enfoque que dan a los problemas básicos,
especialmente a los problemas económicos.
Por todo ello, cuando hoy veo que desde todos los ángulos se
habla como si estuviéramos a las puertas del paraíso, me
echo a temblar.
Y que nadie vea en esta elección americana un paso
individual para la igualdad racial, porque la llegada del
primer negro a la presidencia de los Estado Unidos ha sido
el fruto de una política ya pasada de tono, en su antecesor
y, junto a esto, una labor de marketing, como sólo los
americanos saben hacerlo. Lo cual indica que cuando se
tuercen las cosas, también los americanos son los únicos que
saben destrozar en dos instantes todo aquello que parecía
perfecto y para siempre.
Ahora, apenas dos horas después del impacto de esa elección,
una mirada a la bolsa del día, nos deja un poco perplejos.
Las cosas siguen como estaban, no podía ser de otra forma, y
en días sucesivos veremos, también, si esas imágenes que
están recorriendo el mundo son capaces de servir de cortina
de humo, no de otra cosa, para que el miedo a la recesión,
que domina las últimas semanas, se vaya atenuando un poco.
Y pasando a nuestras tierras, los últimos datos del CIS
sobre la intención de voto, o la valoración, entre PSOE y PP,
nos dicen que están empatados ambos. Imposible creerse eso
con lo que está cayendo.
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