Cuando la información es
partidista porque así lo ha decidido el amo de turno y el
periodista u lo que sea, que en eso no vamos a entrar,
ejecuta esa orden está desinformando. La desinformación es
engañar al lector, haciéndole creer algo que no es cierto y
que sólo busca el beneficio del amo de turno y dice muy poco
de la ética profesional que debe tener hasta el más mediocre
de los periodistas.
Decía Raúl del Pozo, maestro del periodismo, que los
periodistas somos mercenarios. Le damos toda la razón al
maestro por esa definición. Pero una cosa es ser mercenario,
vendiendo al mejor postor nuestra pluma en defensa de una
causa que creamos justa, y otra muy distinta, poner esa
pluma disposición de un amo, para ejecutar sus caprichos. La
diferencia es abismal.
Mientras en la primera de ellas se lucha por una causa
justa, manteniendo a salvo la ética profesional del
periodista, en la otra, cuando se pone a disposición de los
caprichos de un amo, estamos desinformando, alejándonos de
esa ética profesional, que por un mínimo de dignidad debemos
de mantener. Lógicamente, me estoy refiriendo a los
periodistas, no a los aficionados al periodismo. A esos les
da igual informar que desinformar, de todas formas carecen
de toda ética profesional, puesto que no lo son.
Cuando se destapa la caja de Pandora, hay que tener mucho
cuidado, porque las cañas se pueden volver lanzas contra
todos aquellos que han osado abrirla, por orden del amo, sin
saber lo qué se pueden encontrar en ella.
No hay nada más ineficaz que la ignorancia. Aclarado todo
esto vamos, pues, a hablar de fútbol y de AD Ceuta, el
equipo de todos los ceutíes.
En los últimos años, sólo tres presidentes han puesto dinero
de su bolsillo, don José Benoliel, Arjandas Bhagwandas
Lalwani y recientemente José Antonio Muñoz. Después de José
Antonio Muñoz, nadie ha puesto un solo euro,. Todo el dinero
ha salido del bolsillo de todos los ceutíes. Esto es
información.
Seguimos informando. A José Antonio Muñoz se le deben
ochenta millones de las antiguas pesetas, deuda reconocida
por quienes ponen el dinero, Si hacemos cuentas, nada más
fácil, resulta que dividiendo esa cantidad por diez
temporadas, el club tenía una deuda de ocho millones al
acabar cada una de ellas. Cantidad que muchos equipos,
incluidos los de primera suspirarían por tener al cierre de
la temporada. Vamos, se darían con un canto en los dientes.
Nunca la AD Ceuta, ha óbstennos tantos éxitos como bajo su
mandato, que por circunstancias que ahora no vienen al caso
no se alcanzó el éxito definitivo, consiguiendo el ascenso a
la división de plata del fútbol español.
Y si no obligan a hablar de otros presidentes, que jamás
pusieron un duro de su bolsillo podríamos decir, con
documentos, que por deber deberían hasta de callarse, con la
deuda que dejaron en la Seguridad Social y en Hacienda.
La desinformación me recuerda aquellos gramófonos antiguos
“La Voz de su Amo” o las chapuzas de “Pepe Gotera y Otilio”.
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