Mantenía una orden de alejamiento hacia su ex pareja desde
julio cuando fue acusado por un delito de amenazas. Meses
después, J.C.G. vuelve al Penal número 1 enfrentándose a un
nuevo y presunto delito de quebrantamiento y amenazas ya que
al parecer su ex pareja ha denunciado sus insultos a través
del teléfono móvil, utilizando supuestamente las
conversaciones con su hija pequeña, fruto del matrimonio.
La defensa solicitó la absolución por “la contradicción en
las declaraciones de las testigos”. La acusación particular,
una pena condenatoria “por no ser la primera vez que
amenaza”. Y la fiscal, 10 meses y 15 días de prisión, 3 años
de privación de tenencia de armas y otros 3 años en los que
tendrá totalmente prohibido aproximarse a su ex pareja a
menos de 3 metros de distancia y a comunicarse con ella.
Estas fueron las conclusiones de las partes involucradas en
la vista oral celebrada ayer en el Juzgado de lo Penal
número de Ceuta y en la que J.C.G. se enfrenta a un presunto
delito de quebrantamiento y amenazas. Al parecer el acusado,
sobre el que pesaba una orden de alejamiento desde el mes de
julio por un delito de amenazas contra su ex pareja, el
pasado 22 de octubre se puso en contacto con su hija pequeña
sobre las diez y media de la noche, a través del teléfono
móvil. Según el acusado, “es cierto que hablé con mi hija
pero fue su madre la que cogió el teléfono y comenzó a
insultarme, a decirme que había dejado muchas deudas en
nuestro negocio familiar, y yo llevo tres meses de baja sin
pasar por allí. Antes de irme todo iba perfectamente”. Sin
embargo, la demandante alegó que el acusado “aprovechaba el
contacto con la niña para insultarme y amenazarme. Decía que
nos iba a arruinar porque ya daba igual todo. Y que el
negocio y la casa eran suyos, que yo era una ladrona”. Tras
la intervención del acusado y demandante, subió al estrado
la testigo E.D.C., hija de la denunciante y el anterior
marido de la misma, quién confirmó cierto resentimiento
hacia el acusado y explicó que en tal fecha el acusado “me
llamó al negocio después de que hablase con mi hermana para
amenazarme y volver a repetir que nos iba a arruinar”. En
tal momento, la jueza preguntó si a las diez y media de la
noche se encontraba abierto en establecimiento y entonces la
testigo, en su defensa, comentó que “han sido tantas veces
que ya confundo las fechas”.
En pocos días, se dictará la sentencia.
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