PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales

 

 

sucesos - VIERNES, 7 DE NOVIEMBRE DE 2008

 

tribunales

La fiscal pide 12 meses de prisión por
incumplir el alejamiento y coaccionar

CEUTA
Cristina Marzán

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Mantenía una orden de alejamiento hacia su ex pareja desde julio cuando fue acusado por un delito de amenazas. Meses después, J.C.G. vuelve al Penal número 1 enfrentándose a un nuevo y presunto delito de quebrantamiento y amenazas ya que al parecer su ex pareja ha denunciado sus insultos a través del teléfono móvil, utilizando supuestamente las conversaciones con su hija pequeña, fruto del matrimonio.

La defensa solicitó la absolución por “la contradicción en las declaraciones de las testigos”. La acusación particular, una pena condenatoria “por no ser la primera vez que amenaza”. Y la fiscal, 10 meses y 15 días de prisión, 3 años de privación de tenencia de armas y otros 3 años en los que tendrá totalmente prohibido aproximarse a su ex pareja a menos de 3 metros de distancia y a comunicarse con ella.

Estas fueron las conclusiones de las partes involucradas en la vista oral celebrada ayer en el Juzgado de lo Penal número de Ceuta y en la que J.C.G. se enfrenta a un presunto delito de quebrantamiento y amenazas. Al parecer el acusado, sobre el que pesaba una orden de alejamiento desde el mes de julio por un delito de amenazas contra su ex pareja, el pasado 22 de octubre se puso en contacto con su hija pequeña sobre las diez y media de la noche, a través del teléfono móvil. Según el acusado, “es cierto que hablé con mi hija pero fue su madre la que cogió el teléfono y comenzó a insultarme, a decirme que había dejado muchas deudas en nuestro negocio familiar, y yo llevo tres meses de baja sin pasar por allí. Antes de irme todo iba perfectamente”. Sin embargo, la demandante alegó que el acusado “aprovechaba el contacto con la niña para insultarme y amenazarme. Decía que nos iba a arruinar porque ya daba igual todo. Y que el negocio y la casa eran suyos, que yo era una ladrona”. Tras la intervención del acusado y demandante, subió al estrado la testigo E.D.C., hija de la denunciante y el anterior marido de la misma, quién confirmó cierto resentimiento hacia el acusado y explicó que en tal fecha el acusado “me llamó al negocio después de que hablase con mi hermana para amenazarme y volver a repetir que nos iba a arruinar”. En tal momento, la jueza preguntó si a las diez y media de la noche se encontraba abierto en establecimiento y entonces la testigo, en su defensa, comentó que “han sido tantas veces que ya confundo las fechas”.

En pocos días, se dictará la sentencia.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto