Estratega pillo, Carracao citó ayer en el Hotel Parador La
Muralla como apoyándose en la fiesta de UGT a un reducido
grupo de personas, algo así como a una decena, la mitad
hombres de mediana edad y la otra mitad mujeres tirando más
bien a jóvenes. Citó pasadas las 19.00 horas, justo cuando
los periodistas debían estar liados con Cándido Méndez [no
contó con una conferencia y posterior copa que había allí
mismo], y se reunió con ellos y les habló como nunca se le
había oído hasta ahora, confesaron dos de los presentes.
Básicamente, y yendo al terreno de lo estrictamente
político, Carracao reconoció que sí, que como todo el mundo
sabía va a ser candidato a liderar el PSOE que salga de este
proceso abierto sólo oficiosamente. Y, dentro de lo que aún
no era vox pópuli, un Carracao al que describieron
“tranquilo, sincero y decidido” abrió el corazón y la cabeza
y dejó dos claves de lo que puede ser su primer reinado
socialista: el ex secretario general de Juventudes
Socialistas, con cuyos miembros más destacados ya había
tenido charlas similares, quiso dejar claro que: 1) lo que
haga lo va a hacer a su manera, sin dejarse dominar ni
manejar por lo que se ha dado en llamar el Palomismo y su
guardia pretoriana; y 2) que no está en su horizonte un
acercamiento de calado, al estilo del producido en Melilla,
con Mohamed Ali y la UDCE. Dijo que quiere apostar por los
jóvenes y concretó que su Ejecutiva tendrá nueve miembros
cuya identidad tampoco tuvo pegas en desvelar. Entre los
elegidos están, entre otros, el director Territorial del
Ingesa, Jesús Lopera, que parece apuntar a número 2, y uno
de los últimos candidatos al Senado, el profesor Antonio
Gros.
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