Nuestro caminar por la vida esta
repleto de zancadillas y piedras en el camino que
obstaculizan nuestra existencia solo suavizada por instantes
de felicidad que debemos disfrutar intensamente
anteponiéndolos a los malos momentos. La búsqueda de esta
deseada felicidad debe ser nuestro principal anhelo en
nuestro peregrinar, felicidad que puede presentarse de
muchas formas y en mi caso, surgió con forma de mujer. El
hijo de los dioses de la guerra y del amor es caprichoso y
en ocasiones, actúa sorprendiéndonos y recordándonos el
estribillo de aquella vieja canción de salsa interpretada
por Rubén Baldes: “La vida te da sorpresas, sorpresas te da
la Vida”.
El día 5 de noviembre, fecha señalada para los ceutíes, es
especial para mí, solo comparable al día en que nació mi
hijo Juan Carlos aunque, en realidad, estos dos momentos
representan la germinación de un bello sentimiento que sin
lugar a dudas, ha traído la felicidad a mi vida. Todo un
conjunto de actitudes desinteresadas que han marcado el
transcurrir de mi existencia en estos últimos años que me
hacen disfrutar intensamente de cada instante.
Este día rubrica el momento en el que la felicidad llamó a
mi puerta inesperadamente con nombre de mujer, dando sentido
a mi vida y culminando todos mis deseos de felicidad. La
mujer con la que comparto inquietudes, sueños, alegrías pero
también, como no puede ser de otra manera, problemas que
afrontamos con valentía y arrojo demostrando la complicidad
que nos une.
Por ello, el 5 de noviembre se viste de celebración pero,
por encima de todo, se convierte en un día para agradecer
este compromiso sincero compartido, repleto de obligaciones
circunstanciales ajenas a esta maravillosa historia de amor
correspondidas con la lealtad de quien ama ilimitadamente,
anteponiendo este sentimiento a las imposiciones.
Agradecimiento sincero y consecuente con la aptitud
demostrada por la mujer que ha sido capaz de reconducir mi
existencia vital.
En definitiva, el día 5 de noviembre resaltará, por siempre,
en mi anuario en color rojo, el de la buena suerte pero
también, el color de la pasión asociado a la energía, a la
vitalidad y a las emociones de la vida, una vida que te da
gratísimas sorpresas.
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