El investigador Francisco Sánchez evocará esta tarde, en la
conferencia audiovisual (18.30 horas en el Hotel Tryp)
organizada con motivo del 120 aniversario de la Unión
General de Trabajadores (UGT), la represión franquista hacia
todo lo que tuviera que ver con la central.
“Una de las organizaciones sindicales que más sufrió en
Ceuta tras el 17 de julio de 1936 fue la central sindical
UGT”, recordará el historiador, “cientos de afiliados fueron
detenidos y trasladados a las prisiones de García Aldave y
del Monte Hacho, donde muchos salieron para engrosar la fosa
común del cementerio ceutí”, añade con pesar Sánchez.
El ponente califica a los ajusticiados como “humildes
obreros que defendieron sus derechos y los de sus compañeros
a través de mítines y huelgas”.
Así, Sánchez explica que tras la proclamación del estado de
guerra, “la ciudad se convierte en un lugar lleno de miedos
y recelos”.
“Desde la misma noche del 17 de julio, las fuerzas
sublevadas, con la ayuda de patrullas de falangistas,
comienzan las detenciones selectivas y asaltos a la Casa del
Pueblo de la calle Agustina de Aragón, donde se daban cita
todas las secciones de las organizaciones sindicales, como
albañiles, trabajadores del puerto, funcionarios o
comerciantes”, señala el ponente, quien no duda de que un
gran número de los 268 enterrados en la fosa común de Ceuta
fueron integrantes de UGT, si bien no están todos
identificados –faltan112–.
De hecho, Sánchez pone de manifiesto que cuando se intenta
reconstruir la historia del sindicato en Ceuta “no es nada
fácil”, ya que “faltan datos, fechas, ejecutivas, libros de
actas”, ya que fueron destruidos por los propios
sindicalistas por el miedo a las represalias.
“Esos nombres que fueron arrojados a la fosa del cementerio
ceutí se llevaron la memoria histórica de esta
organización”, sentencia el escritor e investigador ceutí.
Pese a que la creación de la UGT se lleva a cabo en 1888, es
durante la primera década del siglo XX cuando el movimiento
obrero se hace patente en Ceuta, según Sánchez, ya que la
ciudad sirve de punta de lanza de la ocupación del
Protectorado Español en Marruecos. “Son muchos los
empresarios y trabajadores que vienen al compás de la
apertura de las explotaciones en el Protectorado”, debido a
las obras de trazado de carreteras, vías férreas,
construcción de viviendas o instalaciones portuarias, entre
otras.
“Todo ese flujo de peninsulares produjo la demanda de una
gran cantidad de mano de obra que llevó a que comenzaran a
afluir a Ceuta los obreros que no encontraban trabajo en el
resto del país, dando lugar a una avalancha de población
civil”, explica.
Según las investigaciones que ha realizado en hemerotecas,
“en 1917 se produce la que seguramente sería la primera
huelga de la historia contemporánea de Ceuta”.
“También tuvieron lugar los primeros mítines, las primeras
denuncias de la corrupción económica y las primeras
expulsiones de la ciudad, algo muy habitual en aquella
Ceuta, sobretodo entre los trabajadores que más se
destacaron en la defensa de sus compañeros”, concluye.
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