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No se puede ser más burdo, más pueril y a la vez más
absurdo. Rafa y ‘su’ Faro en una presunta información [lo de
presunta es porque sólo tiene apariencia de ello] quiere
ahora [después del conejo ido -expresión popular del campo
malagueño referida a hacer algo a destiempo-] buscar la
forma de arremeter contra la imagen de Muñoz cuando ejercía
la Presidencia del club caballa. Pero queda claro que no
sabe hacer bien las cosas. Entre otras cuestiones porque su
intención de salvaguardar la imagen de los que han gobernado
la nave blanca desde la salida de José Antonio Muñoz sólo
vale para los veinte o treinta mediocres que pululan al
calor de esta organización sustentada también por la
Administración. El fariseismo a veces en mi ciudad, y
ejercido por quienes no deberían, es de un grado tan
alarmante que uno echa en falta en muchas ocasiones una mano
firme nada temblorosa que no permita tantos desmanes.
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OPINIÓN
