La polémica está servida con el
libro que ha escrito Pilar Urbano sobre, la reina de España
y donde supuestamente, doña Sofía ha hecho unas
declaraciones que no han caído bien en el colectivo de gays
y lesbianas, ni en otros colectivos al hablar de estar
contra el aborto y la eutanasia.
El marketing que se ha montado sobre el asunto, va a hacer
que la periodista autora de ese libro se “forre”, por lo
cual la editora se tiene que estar frotando las manos, ante
las ganancias que va a engrosar en sus arcas.
El revuelo que se ha levantado con esas manifestaciones, van
a permitir que el libro se convierta en un auténtico best
seller, con capacidad para agotarse en su primera edición.
Con los cual los beneficios van a ser cuantiosos.
Personalmente creo, con toda sinceridad, que la Reina de
España, está en todo su derecho de opinar lo que le venga en
ganas sobre determinados asuntos que, al parecer, son tabú.
¿Por qué razón, doña Sofía, no puede dar su opinión y el
resto de los españoles si?. ¿Sencillamente no la puede dar
por qué es la Reina de España?
Siempre he defendido y lo seguiré haciendo, que todas las
personas somos iguales sin tener en cuenta para nada su
inclinación sexual. Me da igual y respeto el que se quieran
casar personas del mismo sexo. Ese es un problema de cada
uno.
Lo que si estoy de acuerdo con la Reina, es que dos personas
del mismo sexo al casarse no se puede considerar matrimonio,
a no ser que cambiemos la definición de lo que como tal
considera la Real Academia de la Lengua Española.
Qué dos personas del mismo sexo quieren casarse, pues que se
casen, para eso hay una ley establecida que lo autoriza. Y
las leyes están para ser respetadas por todos. Y uno, es muy
respetuoso con la ley y con que cada uno dentro de la ley,
haga lo que más le apetezca.
Por cierto, si me memoria no me falla, cuando contrajo
matrimonio con el Rey, se celebraron dos ceremonias, una por
le rito ortodoxo y otra por el católico. Lo que me lleva a
creer, si la cosa no ha cambiado, que la Reina es cristiana
ortodoxa y no católica, como algunos se empeñan en aseverar.
O sea que no hay que liar los chivos con las cabras,
¿verdad, señora Rahola?.
También estoy de acuerdo con la Reina en la cuestión del
aborto y la eutanasia. Porque todos esos que tanto aplauden
ambos supuestos, son esos mismos hipócritas que claman
contra la pena de muerte. ¿Es qué la eutanasia y el aborto
en algunos casos, no en los permitidos por la ley, no se
está matando a un ser vivo?. ¿Cuál es la diferencia entre
esas muertes de seres vivos y el condenar a un ser vivo a la
pena de muerte?.
O se está o no se está contra la pena de muerte. Lo que no
vale es la hipocresía y la falsedad de todos esos que se
llevan las manos a la cabeza cuando se habla de condenar a
alguien a la pena de muerte, mientras apoyan la muerte de
otros seres vivos.
Y que conste, para que no haya equívocos, que estoy contra
la pena de muerte. Lo que no soy, con toda seguridad, es
ningún hipócrita, que aprueba una pena de muerte y otras no.
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