El Ministerio de Educación, Política Social y Deporte (MEPSYD)
y no sus propios padres ha brindado a un grupo de 15 alumnos
de quinto y sexto de Primaria del Colegio de Educación
Infantil y Primaria (CEIP) Príncipe Felipe las mejores
vacaciones de su vida. Regresaron la pasada semana de una
estancia de quince días en la ciudad de Burgos y su
provincia, en el corazón de las tierras castellano leonesas
gracias a su participación en las ‘Escuelas Viajeras’. Otro
centro ceutí, el colegio Lope de Vega también ha participado
hace fechas recientes en este programa, en este caso en
Pamplona y la comunidad Navarra.
Una salida reglada e incluida dentro del calendario escolar
es para muchos de los alumnos del centro, residentes en
Príncipe Alfonso o Príncipe Felipe, una oportunidad “única”
para salir de Ceuta y conocer parte del mundo que les rodea,
según confesaron varios miembros del profesorado del centro.
“Estos niños no suelen salir de la barriada, algunos sí se
mueven por Ceuta, pero son pocos desde luego los que han
tenido la ocasión, a esta edad, de viajar a puntos de la
península”, agregaron.
‘Escuelas Viajeras’ toma un sentido especial para los
estudiantes de este centro ceutí. Cumple otra función además
de la de mostrar elementos culturales, arquitectónicos y
sociales de las ciudades más importantes de España. Por el
bien que les hace, por que los que han ido han quedado
encantados y por que es bueno para el centro, han solicitado
su participación en la próxima edición que se celebrará en
abril o mayo, según especificó Kike Lara, tutor del grupo
que acaba de regresar de Burgos.
Medio curso trabajando
La participación de los grupos en este proyecto no se resume
únicamente en el viaje y las actividades que contiene. Va
mucho mas allá, o mejor dicho, más atrás. En el caso del
Príncipe Felipe han preparado su salida desde meses antes.
Empapándose de todo lo relativo a Burgos y su provincia
durante el horario lectivo.
Ya en la capital castellano leonesa los escolares del
Príncipe Felipe han convivido con otros pequeños de dos
colegios: uno de Alicante y otro de Toledo. Este es el otro
componente de ‘Escuelas Viajeras’, la convivencia. “Desde el
primer día había compañerismo y unidad entre los niños y
niñas de los tres grupos”, explicó Lara.
Noche a noche, cada grupo hacía una presentación de su
ciudad. Los ceutíes empezaron con un video elaborado por el
Gobierno autonómico, continuaron con un espectáculo de
percusión y acabaron con un baile. La participación del
centro en el Programa MUSE ayudó mucho para la
representación.
“Estos viajes ayudan a madurar”, recordó el tutor del grupo.
Cierto es. Durante los días que dura la salida son los
propios niños los que han de adquirir responsabilidad y
hacer sus dormitorios, ordenar su ropa, mantener su higiene
personal y alimentarse bajo el régimen de una dieta
equilibrada.
Como recuerdo se llevan la visita a la catedral, al Hospital
del Rey, al Puente de San Pablo o a una famosa empresa de
fabricación de almendras garrapiñadas.
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