Un año más y cumpliendo con el cuadro de actividades para
este último trimestre del año, la Casa Regional de Ceuta en
Melilla, celebró una de las festividades más populares de la
Ciudad Autónoma de Ceuta, ya que nace y se mantiene de forma
totalmente espontánea, sin que ni institución ni asociación
alguna intervenga en ella, festividad esta conocida como ‘La
Mochila’.
Esta celebración tan añorada en el calendario de los
‘caballas’ es celebrada también por las diferentes casas
regionales de Ceuta repartidas por toda la geografía
española.
Según el presidente de la entidad ceutí, Ramón de la Cruz
Núñez, niños, jóvenes y mayores de la Casa Regional de Ceuta
en Melilla celebraron este día como se hace en Ceuta,
pasando un día campestre a imagen y semejanza de los que
este día se haría en San Amaro, el Hacho o García Aldave.
Este año, debido a las inclemencias y la poca estabilidad
del tiempo, se optó por decisión de la junta directiva de
realizarlo un día más tarde, es decir, el domingo día 2.
Se realizó una gran pinchitada, una chorizada y morcillada,
para festejar este día en los conocidos pinos melillenses de
Rostrogordo, y muchos de los asociados trajeron viandas para
compartir entre todos.
La buena música, sirvió para amenizar el día con rumbitas,
sevillanas además de la que más suena en las discotecas.
Tras la comida se instaló una gran mesa con canastas de
mimbres repletas de frutos secos propios de otoño y de esta
festividad tan peculiar (castañas, nueces, pan de higo,
avellanas, almendras, pistachos, cacahuetes, dátiles, etc.)
que fue degustado junto a la pinchitada entre el jolgorio y
la alegría de los simpatizantes ‘caballas’ que cuenta la
casa.
También se degustó los, ya tradicionales en este día,
buñuelos, pastas y bizcochos de chocolate.
Con respecto a esta festividad destacar que se tiene
conocimiento que la misma se celebra desde finales del siglo
XIX y consiste en que, este día jóvenes y mayores salen al
campo a comer. En su talega no pueden faltar, aparte de los
consabidos bocadillos, ‘frutas ni frutos secos’ que muchos
amplían con los primeros dulces navideños que anuncian las
próximas fiestas con las que concluirá el año.
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