OPINIÓN - LUNES, 3 DE NOVIEMBRE DE 2008

Respuesta del Partido Popular a Mohamed Ali

Por Partido Popular

En el Partido Popular de Ceuta intentamos , algunas veces con acierto, otras no, aceptar las críticas de la oposición de un modo constructivo. Pero de un tiempo acá, el líder de la oposición, Mohamed Ali, ha hecho de su capa un sayo, y entiéndase por capa , su condición de diputado de la asamblea ,y por sayo, poder hacer y decir lo que le venga en gana.

También ha olvidado su amplia formación y extensa cultura, al tratar de “pandilleros” a dos Consejeros del Gobierno de la Ciudad, y acusar gratuitamente al Vicepresidente de la Ciudad al afirmar que tiene “fundadas sospechas” de que ha cometido un delito. Ahora, por esto deberá enfrentarse primero a un requerimiento notarial, y muy probablemente, a una denuncia por injurias.

Pero intentemos ser constructivos hasta con estos lodos. Hablemos de libertad de expresión, sí, esa libertad que dice Mohamed Ali pretende coartar nuestro presidente, Pedro Gordillo. En concreto, si ejercer la libertad de expresión lleva consigo inherentemente el ejercicio de la responsabilidad.

También animamos al líder de la oposición a contestarnos si en democracia todo vale, la comisión de faltas y delitos incluida. Y si los que defendemos lo contrario, que no todo vale, que todo está sometido a un Estado de Derecho, no somos demócratas. Es decir, si cree que todos los españoles estamos equivocados.

Nos gustaría también que nos contestara, especialmente por sus conocimientos legales, si su condición de diputado de la asamblea le permite injuriar e insultar. Y en el caso de ser afirmativa esta respuesta, si esta licencia es generalizable a todos los diputados de la asamblea, o solamente a su persona. Anunciándole, antes de su respuesta, que desde el Partido Popular de Ceuta no se utilizarán nunca ni el insulto, ni la injuria para defender ninguna de nuestras ideas.

Sería también interesante, que mostrara su opinión sobre qué entiende por la labor de la oposición. En concreto, si debe basarse en la descalificación, el insulto o la mentira intencionada, o al contrario, en una acción seria, constructiva, que aporte ideas, que busque el bien general de todos los ciudadanos ceutíes, sin distinciones de ningún tipo.