Y además con publicidad gratuita
en todos los medios de comunicación. Es la suerte que está
teniendo Editorial Planeta, con el libro que acaba de
publicar Pilar Urbano:”La Reina muy de cerca”.
De antemano, ya se sabía que el libro sería interesante,
pero nadie, ni el más optimista de la editorial, podía
imaginar que lo fuera tanto.
Y es que ese plus de importancia han empezado a dárselo, sin
querer, aquellos envidiosos de turno que, al ver el filón
que había logrado la veterana periodista, han tratado de
hacer la cuadratura del círculo, perdiéndose en los árboles,
sin ser capaces de ver el bosque.
El personaje central, la propia Reina de España, ha dado
juego en sus manifestaciones, que son las de una señora de
70 años, con una buena formación, con unos principios claros
y con un saber donde está.
Las opiniones de la Reina, que tanto han molestado a la
falsa e indocumentada progresía, adornada de catetez, son
las opiniones que podría haber tenido mi propia madre con
esa edad y en estos años, o las que tienen hoy, también,
muchas honorables señoras, de esa edad, madres de familia o
abuelas, formadas en unos principios que, cuando menos, no
molestaban al de al lado.
Pero el libro tiene más cosas que lo relativo al aborto, a
la eutanasia, o a alguno de esos colectivos que proporcionan
más ruido que nueces.
Curiosamente, de esos temas, porque ahora ya no venden, no
se hace ninguna crítica, favorable o desfavorable. Eso se
silencia, especialmente lo relativo a las sensatas opiniones
sobre el ex presidente de Gobierno, Felipe González, o sobre
el ex vicepresidente, Alfonso Guerra, al que se ha
intentado, en otros foros, lapidar cuando ya no tenía ningún
peso en la política activa.
Y al escribir, como estoy escribiendo, desde Ceuta, creo que
los ceutíes de nacimiento, o de adopción, tenemos que
estarle agradecidos a la Reina por el tratamiento y las
matizaciones que hace, tanto de Ceuta, como de Melilla.
Aquí, si no fuera porque es una persona digna y leal a sus
principios, podría haber pasado de largo para “no molestar”
a los vecinos. Ella ha demostrado que con los vecinos no hay
por qué llevarse mal, pero sin dejar desatendida la propia
casa. Sus opiniones, totalmente válidas, se muestran en
estas frases:” Ceuta y Melilla son España: los territorios,
la historia, la población. Y en nuestra visita todo el mundo
se echó a la calle para decir eso:”Somos españoles”.
Ella estuvo en Ceuta, vio lo que había y no le pasó
desapercibido nada de lo que Ceuta estaba viviendo y le
estaba diciendo.
Por eso, y no le doy más importancia de la que tiene, me
molestó mucho la noche del viernes, un programa de Antena 3
TV, cuando una invitada a algo que pretendía ser un debate,
dijo que no tenía que haber hecho estas manifestaciones de
Ceuta y Melilla, para no molestar a los pro marroquíes de
estas ciudades. A las manifestaciones de esta “parlanchina”,
yo no le llamaría periodista, yo las llamo hipocresía e
ignorancia, al haber demostrado desde la capital de España,
que no conoce la realidad y, mucho menos, los sentimientos
de Ceuta y de sus habitantes.
Lo curioso es que en estos momentos, cuando nos acechan
otros problemas, el personal se dedique a buscar,
simplemente, las cuatro patas al gato.
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