El caprichoso destino quiso que ayer, cuando se conmemoró el
Día de los Difuntos, se certificara el fallecimiento de un
equipo acostumbrado históricamente a ganar y que en el
último mes ha recibido tres goleadas. Así, de improvisado
camposanto hizo el Alfonso Murube, y de gustoso enterrador
el Real Jaén de Carlos Terrazas. Quien supo aprovechar los
errores defensivos de un equipo que le ha cogido el gusto a
eso de suicidarse deportivamente. Teniendo en cuenta que los
goles encajados fueron evitables, hasta caer una nueva
manita. Y ya van dos.
Algunos dirán que se trata de un resultado engañoso, que de
nuevo la mala fortuna se ha cebado con el equipo... pero la
realidad es que en diez años en Segunda División ´B´ la AD
Ceuta nunca había recibido cinco tantos y el mal empieza a
ser crónico. Lo que deja a los blancos a siete puntos del
Real Jaén que se mantiene como cuarto clasificado y cuatro
de la zona de descenso.
La tarde pintaba mal desde el primer minuto, cuando los
ceutíes saltaron al terreno de juego como si la cosa no
fuera con ellos. Después de una semana de discursos, de
reuniones, tras las que llegaba la hora de hablar sobre el
terreno de juego. Pero en el verde se habló poco. Lo que sí
quedó claro, a las primeras de cambio, fue la facilidad
pasmosa que se encontraron los jienenses. Cuando a los ocho
minutos de juego, con Arriaga al estilo “como Pedro por su
casa”, se internó en la zaga local para batir a un Javi
Martínez que se quedó a media salida.Un Javi Martínez que,
un minuto después, estuvo a punto de ser sorprendido por
Iñigo Ros, quien probó fortuna desde el centro del campo.
Una realidad ante la que los blancos ni se inmutaban, a la
par que las ocasiones seguían cayendo del lado visitante.
Como los remates de cabeza de Calderón y Geni que se
marcharon por encima del larguero. Aunque lo peor estaba por
llegar, porque De Lerma tuvo que retirarse mediada la
primera mitad al fracturarse el peroné dejando su sitio a
Javi Navarro.
Aún así los ceutíes tendrían sus oportunidades, como la
malograda por Fran Amado al aprovechar un fallo de Espín;
pero el algecireño se topó con un Dani que mandó a córner.
Una eficacia defensiva que constrastaba con la parsimona
local. Actitud que costó el segundo gol, al permitir que
Geni mandara al fondo de las mallas un balón suelto en el
interior del área.
Viéndose dos goles por debajo en el marcador los ceutíes,
picados en su amor propio, se fueron arriba y gozaron de
tres ocasiones antes del descanso abortadas todas ellas por
un Dani enorme. La primera de Elvis, tras peinar Fran Amado
un saque de banda. La siguiente de Javi Navarro al recoger
un pase desde la izquierda y la tercera, y la más clara, al
dormirse Fran Amado en el uno contra uno frente al arquero
jienense. A pesar de todo, la última ocasión antes del
descanso sería para Solabarrieta, que remató demasiado
cruzado un saque de esquina.
En el segundo tiempo Benigno Sánchez retiró a Anxo, situando
a David Fas en el interior derecho, pasando Elvis a moverse
en la mediapunta. Una fórmula que sirvió para que los
blancos se recompusieran. Así, sin demasiada continuidad,
gozaron de algunas ocasiones. Txiki y Martino lo intentaban
desde lejos, mientras Elvis lo hacía en doble acción. Pero
cuando no se iban fuera, los blancos se topaban con un Dani
que se erigió en el mejor de su equipo. Eso sí, sin ser
capaz de sacar el remate de cabeza de Javi Navarro que se
alojó en el fondo de las mallas, con lo que se recortaría la
desventaja. Un tanto que sirvió para que los ceutíes
recobraran el pulso cuando parecía que el corazón había
dejado de latir. Y para que Fran Amado devolvió al equipo a
la vida, al empujar el balón en la misma línea de gol.
Pero poco dura la alegría en la casa del pobre porque, tan
sólo cuatro minutos después, Javi Martínez repelió un
disparo de Geni cuyo rechace quedó suelto en el área pequeña
para que Arriaga, llegando desde atrás, solo tuviera que
empujarla. Un tanto que devolvió a los ceutíes a la caja de
pino de la que habían salido, permitiendo que Javi Moyano
emulara a Leo Messi, marchándose de todo aquel que salió a
su paso y de disparo cruzado marcar el cuarto, con lo que el
partido quedaba visto para sentencia.
Una herida que se agrandaría en tiempo de descuento, pero
que pudo hacerlo antes con el disparo de Geni que intentó
sorprender a un Javi Martínez que estaba sufriendo un
auténtico infierno. Al que Javi Moyano intentaba echar más
leña con un disparo lejano que, esta vez sí, supo atrapar el
cancerbero. El que no atrapó fue el que se sacó Geni desde
la frontal, ya con el tiempo cumplido, que se introdujo por
la escuadra caballa. Quinto gol tras el que el colegiado
extremeño Jerónimo Pérez Vidarte señaló el final del
partido, poniendo fin a la agonía del Ceuta.
Descanse en paz.
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