El cementerio de Santa Catalina acogió ayer a las
autoridades locales con motivo del día de los difuntos. El
presidente de la Ciudad, Juan Vivas; el delegado del
Gobierno, José Fernández Chacón; y el comandante general,
Enrique Vidal de Loño acudieron a la cita para rendir
homenaje a personajes históricos fallecidos, tanto civiles
como militares.
La lluvia se contuvo durante las dos horas de respeto y
armonía que protagonizaron las autoridades locales en el
cementerio a causa del homenaje que todos los años se hace
en el cementerio de Santa Catalina con motivo del día de los
difuntos.
Pasadas las 11.00 horas, la cúpula militar se reunía al
completo frente al mausoleo situado en uno de los patios
altos y que recoge a parte de los soldados que cayeron dando
su vida por España. La Unidad de Música del Cuartel General
interpretó los sones de ‘Valió la pena luchar’ y el
comandante general, Enrique Vidal de Loño, el comandante de
Marina, Alejandro de Ory Arriaga y un representante de la
Guardia Civil, colocaban la corona de laureles.
Una vez terminado el acto, representantes de las unidades de
infantería La Legión y Regulares 54 se marcharon hacia sus
osorios para reunirse con los suyos.
Posteriormente llegó Juan Vivas acompañado por buena parte
de los consejeros, además de por el vicepresidente, Pedro
Gordillo. La carpa instalada ayer sirvió para cobijar a los
fieles que se acercaron a escuchar misa al lugar más idóneo.
Los sacerdotes David Gutiérrez Isidro Labrador, Álvaro
Martínez y Santos Andreu celebraron una eucaristía colmada
de pasión y que consiguió emocionar a parte de los
presentes, que recordaban en familia a los seres queridos
que ya se marcharon.
Después de la misa, tanto el presidente de la Ciudad, Juan
Vivas, como el delegado del Gobierno, Fernández Chacón, el
comandante general, Enrique Vidal y el resto de consejeros,
especialmente la encargada del área de Sanidad, colocaron
coronas de laureles en los nichos y tumbas más destacadas.
En primer lugar se dirigieron a ver a Alfonso Sánchez Prado;
posteriormente, a los caídos en la Guerra Civil; a los
fallecidos como consecuencia de la bomba del mercado y a los
que dieron su vida por España.
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