Gastos derivados de atenciones de la presidencia, alumbrado,
nuevas zonas de la ciudad y suministro eléctrico. Estos son
algunos gastos que el Gobierno de la Ciudad no previó al
realizar el Presupuesto para el ejercicio de 2008. Por ello,
ayer se aprobó la transferencia de créditos entre partidas
de distintos grupos de función. Sin embargo, los Grupos
Cepemista y Socialista lamentaron esta falta de previsón,
pero el portavoz del Ejecutivo de la Ciudad, Daniel Conesa,
hizo hincapié en que el Presupuesto “no es estático”.
Los Grupos Socialista y Coalición por Melilla (CpM)
rechazaron ayer con sus votos en contra la aprobación de
transferencias de créditos entre partidas de distintas
Consejerías.
Una modificación que, según informó el consejero de
Hacienda, Guillermo Frías, supondría un 0,003 por ciento,
esto es, 710.000 euros.
Para argumentar su voto, el portavoz socialista, Dionisio
Muñoz, explicó que el Gobierno de la Ciudad presentó,
mediante una proposición de urgencia, la modificación para
atender gastos derivados de atenciones de la presidencia,
alumbrado, nuevas zonas de la ciudad y suministro eléctrico.
"El Ejecutivo local nos dice que hay algo que ha ocurrido de
forma imprevista y ahora quiere sacar dinero de unas
partidas para compensar otras que, seguramente, se han
sobrepasado en el gasto", lamentando que "cuando uno ve que
se van a detraer 227.000 euros de un programa de inversión
de la Consejería de Bienestar Social y Sanidad, pensamos que
la finalidad será de servicio a los ciudadanos" pero, sin
embargo, "se va a emplear en gastos de representación
municipal, es decir, en fiestas, copas y recepciones".
Asimismo, Muñoz denunció que entre las argumentaciones para
la modificación presupuestaria, la Ciudad señala que existen
actividades que "surgen durante el año", como un Congreso de
Farmacia, las Jornadas Taurinas, un Congreso de Diabéticos y
la Exposición de Zaragoza.
Además, la propuesta de modificación asegura que la
Consejería de Fomento necesita una inversión para obras de
accesibilidad, alumbrado público y alumbrado extraordinario
como la Feria, Navidad o Ramadán. "¿No sabían a principios
de 2008 que habían que hacer la Feria, la Navidad o el
Ramadán?", se preguntó Muñoz.
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