Hoy es domingo, y los domingos son
fiestas de guardar. Bueno, de guardar el ordenador y darle
un respito a este pedazo de cuerpo serrano que no se púe
aguanta. Con el apagón del ordenador, aunque sólo sea por
veinticuatro horas, consigo dos cosas, primero el ahorro de
la luz, que supone un buen pellizco de mi depauperada
economía. Lo contrario del presidente de la Junta de Galicia
que, a pesar de la crisis, según dicen se saca dos millones
de euros para arreglarse su despacho y un coche de medio
millón de euros.
No sé por qué la oposición se enfada por esos gastos, Qué
son dos millones de euros en reparar un despacho o medio
millón de euros en la compra de un coche. Eso no es dinero
¿o es dinero unos cuatrocientos millones de las antiguas
pesetas?.
Si perteneciese a la oposición no haría protesta alguna, por
la sencilla razón de que cualquier trabajador, incluso los
que están en el paro, tienen en el más pequeño de los
cajones de su armario esa cantidad para comprar cualquier
detallito. Vamos, esa cantidad, se la puede gastar un
fumador medio, en tan sólo una semana.
Y más en Galicia donde sobra el trabajo y, jamás, ningún
hijo de esa tierra ni ha emigrado, ni emigrará a país
alguno, para poder conseguir ganar lo suficiente para
mantener a su familia. A lo más que han ido los gallegos,
durante siglos ha sido de vacaciones a países tropicales,
disfrutando y gastando dinero a manos llena. Por cierto,
cuando han ido de vacaciones, siempre han hablado en Galego
que es el idioma que domina en el mundo.
Hombre la oposición, está para hacer oposición, pero nunca
por el gasto de algunos de sus mandatarios de una tierra
rica, donde no existe pobreza alguna, ni las personas
emigran a las grandes ciudades o al extranjero buscando una
vida mejor.
Esa oposición, por esos dispendio, se hacen sobre las
tierras pobres, pero en Galicia, por favor un respeto, allí
sobra el dinero y, por ello, está dentro de toda la
normalidad que el presidente de la Junta de Galicia, se
gaste dos millones de nada en un despacho o medio millón de
euros en un coche.
Eso en una región rica, con la ocupación laboral al cien por
cine, allí no hay desempleo, es un gasto que puede realizar
cualquier gallego. La oposición, tengo que decirlo, no me lo
puedo callar, no tiene razón alguna cuando realiza esas
críticas por esos gastos que, al fin de cuentas, no
significan nada de nada, para una región tan rica y donde no
existen los parados. Allí no hay ni una oficina del INEM y
si, por un casual, usted encuentra alguna es porque estas
oficinas tienen que estar en todo el territorio nacional.
Pero, insisto, si encuentra alguna es por pura casualidad.
Y en supuesto caso, que usted vea a alguien en la puerta de
esa oficina, no se confunda, alguno a visitar a un amigo
para invitarle una mariscada y, de esa forma, alegrarle la
vida, haciéndole pasar un buen rato, sacándole de aquel
lugar de aburrimiento, donde no tiene nada que hacer durante
la jornada laboral porque, por aquel lugar, no hay un alma
que aparezca. Para qué van a acudir, si todos están,
perfectamente, colocados en buenos lugares y ganando un
dineral. ¡Ay, esta oposición como se equivoca!
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