La secretaria de Estado de Educación pasó por Ceuta esta
semana dejando varios compromisos expresos para la mejora de
uno de los males endémicos de la ciudad: el fracaso y el
abadono escolar que lastran el presente y el futuro de la
ciudad autónoma. Vinculada durante toda su trayectoria
política al mundo educativo [con una hija, fue ue elegida
concejala del Ayuntamiento de Esplús (Huesca) en las
elecciones municipales de 1983, dieciséis años después se
hizo cargo de la Concejalía de Educación y Cultura en el
Ayuntamiento de Huesca y después ocupó el mismo cargo en el
Gobierno autonómico], Almunia da la impresión de tener
claros los objevitos que persigue. Ahora sus medios deben
demostrar ser efectivos.
Pregunta.- ¿A qué se comprometió exactamente con la Junta
de Personal Docente durante su visita a Ceuta?
Respuesta.- El mensaje que tuve la oportunidad de
transmitirle a la Junta de Personal Docente fue, en primer
lugar, que la puerta del diálogo con el ministerio la van a
encontrar siempre abierta, pese a que el orden que ellos
eligieron, manifestarse antes de hablar, no parece el más
adecuado. En cualquier caso, pudimos repasar los puntos de
un acuerdo que se ha cumplido en más del 50% y que ha
permitido equiparar e incluso mejorar las condiciones del
profesorado de Ceuta respecto a sus colegas de otras
comunidades autónomas y acordamos establecer un diálogo
permanente entre la Junta y el Ministerio, a través de su
máximo representante en Ceuta, el director provincial,
Aquilino Melgar, teniendo siempre en cuenta la situación
económica actual.
P.- Además de reivindicaciones retributivas, ¿el colectivo
docente le planteó alguna petición relacionada con mejoras
de los medios a su alcance para atajar el fracaso y el
abandono escolar?
R.- Es indispensable que el profesorado, piedra angular del
sistema educativo, se comprometa con la mejora de la
educación que pasa, en gran medida, por conseguir que todos
los alumnos alcancen el éxito escolar y que continúen
estudiando en etapas postobligatorias. Por eso, el Plan
Ceuta Educa que acabamos de presentar a la comunidad
educativa necesita aportaciones de todos, también del
profesorado. En este sentido, durante la reunión coincidimos
en la importancia del futuro órgano de participación que
vamos a poner en marcha en Ceuta.
P.- El Ministerio de Educación sólo tiene competencias
actualmente en Ceuta y Melilla, que siguen arrastrando las
peores tasas de fracaso escolar regional de toda España.
¿Cuál es su diagnóstico de la situación y a qué lo atribuye?
R.- Las causas del fracaso escolar y del abandono de la
educación después de obtener el título de Secundaria
Obligatoria son múltiples y variadas y deben entenderse
siempre en el contexto social en el que se dan. Por eso, el
estudio detallado que vamos a realizar dentro del plan Ceuta
Educa, analizará el entorno socioeducativo de los alumnos y
las características del mercado laboral. Necesitamos que los
jóvenes se entusiasmen con la educación, que tengan claro
que merece la pena formarse. Y para lograrlo necesitamos que
las familias les animen en esa dirección, pero también que
el mercado laboral valore la cualificación y la formación de
los profesionales a los que contrata.
P.- ¿Reforzará el ministerio a la Inspección de Educación o
establecerá mecanismos para que las hasta 7 horas de
refuerzo y apoyo educativo incluidas en el horario de los
docentes se cumplan de manera efectiva?
R.- Es importante, en primer lugar, que dejemos de pensar
que el ministerio está lejos, que está sólo en Madrid.
Porque el Ministerio está aquí, en la ciudad, al alcance de
todos los ciudadanos de Ceuta. Y les aseguro que tratamos de
reforzar la educación casi de manera individualizada. El
Plan PROA, para el que este año destinamos 310.000 euros, y
en el que participan 12 centros, ofrece recursos a los
centros educativos para que, junto a los demás actores de la
educación, trabajen en una doble dirección: combatir los
factores generadores de la desigualdad y garantizar la
atención a los colectivos más vulnerables para mejorar su
formación y prevenir los riesgos de exclusión social. Este
año, participan 12 centros en el PROA de manera que se
benefician de los programas de acompañamiento 406 alumnos y
de los de apoyo y refuerzo todos los alumnos de ESO de los
IES Clara Campoamor y de Abyla. Además, los resultados están
siendo especialmente valorados por los profesores. La gran
mayoría señalan que el Programa reduce en alto grado el
absentismo de los alumnos. También el convenio que cada año
firmamos con la ciudad, y que vamos a volver a firmar este
año, destina gran parte de sus fondos a la mejora del éxito
escolar y a la formación específica para las familias, un
elemento fundamental de cara a mejorar la educación.
P.- ¿Qué peso tiene, a su juicio, en la marcha de la
educación en Ceuta y Melilla la convivencia de un idioma
materno como es el árabe dialectal de la zona y el
castellano?
R.- Tanto Ceuta como Melilla son dos grandes ejemplos de
convivencia y de multiculturalidad. Desde otros lugares de
España se está observando con lupa el trabajo que se realiza
en los centros de aquí a como ejemplo de convivencia y de
respeto a las diferentes culturas. Es algo de lo que debemos
estar orgullosos. Y en este contexto, el dominio de dos
lenguas es una de sus principales riquezas.
P.- ¿El ministerio tiene algún plan para introducir el
árabe, de una forma u otra, en las aulas o sigue creyendo
que únicamente sobre el castellano debe seguir pivotando la
educación en Ceuta?
R.- Debemos recordar que el Estatuto de la ciudad reconoce
únicamente el castellano como lengua oficial. Por eso,
nuestra obligación es que la educación se imparta en esta
lengua, pero también proporcionar los recursos necesarios a
los alumnos que tengan mayores dificultades para que puedan
expresarse, comunicarse y estudiar en castellano. Es cierto
que al igual que sería bueno y facilitaría la tarea
educativa el que las familias conozcan y dominen el
castellano, es necesario que los docentes conozcan las
raíces culturales propias de aquellos cuya lengua materna no
es el castellano.
R.- En otras comunidades con lengua propia no existe, como
en Ceuta, la tendencia a relacionar lengua materna distinta
al castellano y fracaso escolar. ¿No sería interesante
partir del aprecio a la lengua materna del alumno y, al
menos en las etapas iniciales, instaurar programas de
inmersión lingüística, no los actuales de submersión?
R.- Tampoco aquí debería ser causa del fracaso escolar el
hecho de hablar dos lenguas, una en el entorno familiar y
otro en el educativo. La tendencia marcada por Europa, de
hecho, nos indica que deberíamos ser capaces de expresarnos
con fluidez en nuestra lengua materna, dominar una segunda
lengua adecuada al entorno laboral y hasta una tercera
lengua de adopción, una lengua que nosotros elijamos.
Nuestra obligación, y es lo que intentamos cumplir, es que
nadie tenga encuentre ninguna dificultad a la hora de
estudiar en castellano, y el PROA juega en este sentido un
papel fundamental, con apoyos específicos para los alumnos
con mayores dificultades en este ámbito.
P.- ¿El empujón que dará el Gobierno a la escolarización
temprana en los próximos años es la primera medida en ese
sentido?
R.- Efectivamente, tal y como le decía anteriormente, la
escolarización temprana ayudará al desarrollo de las
competencias básicas del alumno, incluida la competencia
lingüística, y contribuirá a facilitar el éxito escolar
futuro de los pequeños. Y por supuesto, es una de las
principales medidas encaminadas a facilitar la combinación
entre el desarrollo de una profesión y la vida familiar. El
Plan Educa3 del Gobierno, que va a permitir invertir en
Ceuta casi 3 millones de euros para la creación de nuevas
plazas escolares de 0 a 3 años, es la medida más ambiciosa
puesta en marcha por un Gobierno para fomentar la
escolarización temprana.
P.- ¿Apuesta por la jornada continua para mejorar la
conciliación de la vida familiar y laboral de los padres?
R.- La organización escolar es algo que no se puede hacer al
margen de la comunidad educativa de los propios centros. Por
eso, desde el Ministerio se apoyará aquello que defiendan
los docentes, los alumnos y, por supuesto, las familias y
nunca impondrá en Ceuta ningún tipo de organización escolar
que cuente con su oposición. Este es un buen ejemplo de la
necesidad de articular un gran órgano de participación
educativa en el que puedan ponerse sobre la mesa, debatir y
proponer medidas y soluciones a las inquietudes que surjan
en el seno de la comunidad educativa.
Formación Profesional
P.- ¿Qué plazos baraja para la constitución de ese órgano
consultivo con representación de todos los agentes sociales
e institucionales y cómo piensa organizar su funcionamiento?
R.- La constitución de un órgano de participación en el que
esté representada toda la comunidad educativa será una
conquista histórica para la Ciudad. La educación se basa en
la participación, en la colaboración y en la responsabilidad
compartida. Por eso desde el Ministerio tenemos un enorme
interés en la puesta en marcha de este órgano consultivo y
hacerlo, además, de acuerdo con todos los sectores y
miembros de la comunidad educativa, porque estamos
convencidos que de allí nacerán las soluciones más efectivas
para mejorar la educación ceutí.
P.- ¿Desde su punto de vista es más preocupante la tasa de
fracaso escolar o la de abandono escolar en Ceuta?
R.- Son dos indicadores que van íntimamente relacionados. Es
más, el fracaso escolar es una parte del indicador de
abandono escolar. Luchamos por igual contra ambos porque
combatir uno es debilitar al otro. El fracaso escolar, como
sabe, hace referencia a los alumnos que no obtienen el
título de educación obligatoria en el año en el que deberían
obtenerlo, cuando tienen 16 años. El abandono temprano
indica, por su parte, el porcentaje de personas que no
continúan estudiando después de la etapa obligatoria. Por
eso nuestra prioridad es poner en marcha, en primer lugar,
programas que ayuden a lograr el éxito educativo de todos
los alumnos. Y por otra parte, ampliar y flexibilizar la
oferta educativa de manera que en vez de cerrar puertas, las
abramos. Un excelente ejemplo, es el caso de los Programas
de Cualificación Profesional Inicial, que se pusieron en
marcha por primera vez el curso pasado en Ceuta y Melilla y
están dando un excelente resultado. Este año hemos ampliado
su oferta y seguiremos haciéndolo.
P.- ¿Tener las tasas de desempleo más altas de España
‘incentiva’ el fracaso escolar?
R.- Es imprescindible que logremos entre todos, porque este
es un reto en el que debe embarcarse la sociedad en su
conjunto, convencer a los más jóvenes de que una mejor
formación supone un seguro para acceder a un mejor empleo,
más estable y mejor remunerado. La formación importa, y
ahora más que nunca.
P.- ¿Usted cree que la Formación Profesional ha dejado de
ser ya, en el subconsciente colectivo, la salida de quienes
no pueden ir a la universidad?
R.- La Formación Profesional es una opción educativa de
calidad que debemos prestigiar entre todos. Mire, en la
mayoría de países europeos, más de la mitad de los alumnos
que terminan la etapa obligatoria optan por la Formación
Profesional. Nosotros ya hemos conseguido alcanzar las tasas
más elevadas de universitarios, hemos superado la media en
cuanto a titulados en bachillerato y hemos dado un paso
enorme, hasta situarnos a la cabeza de Europa, en FP de
grado superior. Y es precisamente en el Grado Medio donde
debemos hacer un esfuerzo. Esta misma semana, los ministros
de Educación y de Trabajo presentaron la “hoja de ruta” de
la FP, con la que pretendemos atraer a 200.000 alumnos al
Grado Medio, así como ampliar la oferta de ciclos, la
educación a distancia y las pasarelas entre los diferentes
niveles, para fortalecer la FP. La sociedad en la que
vivimos, nuestro tejido productivo, necesita profesionales
cualificados y la FP es la mejor opción para lograrlo.
P.- ¿Cuál es la política del MEPSYD en lo que al uso de
símbolos relilgiosos externos como el velo islámico se
refiere, tanto para colegios públicos como para concertados?
R.- Ceuta es un excelente ejemplo de convivencia y el
respeto a las diferentes culturas es una de sus señas de
identidad. Le aseguro que este asunto se ha podido resolver,
en las escasas ocasiones en las que ha supuesto un problema,
en el seno del propio centro educativo, de acuerdo con las
normas de convivencia de toda la comunidad educativa.
P.- A los que hemos estudia EGB, BUP y COU nos parece
sorprendente que se pueda pasar de curso con 4 asignaturas
suspendidas. ¿No cree que rebajar el listón a los alumnos
contribuye a que estos (y sus padres) reduzcan a su vez su
nivel de exigencia?
R.- El sistema educativo actual es un sistema exigente y si
lo compara con los sistemas educativos de nuestro entorno,
es un sistema demasiado rígido. Y no permite, en ningún
caso, pasar de curso con cuatro asignaturas suspendidas. Le
invito a hacer una reflexión: ¿cómo es posible que como
usted dice se rebaje el listón en el nivel de exigencia y
sin embargo nuestro país sea uno de las que cuentan con una
mayor tasa de alumnos repetidores? En Educación nos
encontramos a veces, como suele suceder con este asunto de
la promoción, con leyendas que de tanto oírlas, parece que
se convierten en verdades. La LOE no permite en ningún
momento que un alumno promocione con 4 asignaturas
suspendidas.
P.- En la península se critica la concentración de alumnos
inmigrantes en los colegios públicos. Este año por primera
vez en Ceuta se ha intentado no crear guetos educativos en
la periferia. ¿Esa será una política a mantener?
R.- La Ley Orgánica de Educación establece que las
Administraciones educativas regularán la admisión de alumnos
en centros públicos y privados concertados de tal forma que
garantice el derecho a la educación, el acceso en
condiciones de igualdad y la libertad de elección de centro
por padres o tutores. Cuando no existen plazas suficientes,
el proceso de admisión se regula por unos criterios iguales
para todos los centros, y es la Comisión de escolarización
la encargada de velar por que el proceso se desarrolle
correctamente. La voluntad del Ministerio, como no podría
ser de otra manera, es la de cumplir y hacer cumplir la Ley.
Trabajamos en adecuar las zonas de escolarización a los
necesidades existentes delimitando las zonas escolares de
influencia y limítrofes, adscribiendo los centros a las
zonas y los centros de Primaria a los de Secundaria,
organizando la admisión y escolarización de alumnos en los
centros sostenidos con fondos públicos aplicando la
normativa vigente, ordenando el proceso de admisión,
reservando plazas para los alumnos con necesidades
especiales, dando publicidad al procedimiento y facilitando
el funcionamiento de la Comisión de Escolarización. En
resumen, cumpliendo la normativa vigente.
P.- Hace seis años, en un debate en el Senado con la
ministra Pilar del Castillo, usted le reprochó que la
propuesta legislativa del PP “no contempla la educación en
valores, aumentando el discurso laico”. ¿Educación para la
Ciudadanía viene a ser esa “educación en valores” que usted
echaba en falta entonces?
R.- La escuela tiene la obligación de educar en valores. En
valores universales como son la democracia, los derechos
humanos, el respeto o la ciudadanía. Valores universales que
en nada tienen que ver con la religión puesto que nos son
comunes a todos independientemente de nuestras creencias
personales y religiosas. Es algo que se venía haciendo de
forma transversal y que la LOE introdujo, por fin, como
materia propia, situando nuestro sistema educativo al mismo
nivel que el de 20 países europeos que hace décadas que ya
incorporaron materias similares. Por eso no es comprensible
la oposición que desde algunos sectores se ha hecho a la
asignatura de Educación para la Ciudadanía. Es más bien una
muestra irresponsable de la utilización política que algunos
hacen de la educación. La escuela debe ser un ejemplo de
convivencia y respeto.
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