El estado de la climatología
amenaza seriamente este año al cumplimiento normal de lo que
por tradición se celebra cada 1 de noviembre. Para unos un
día de esparcimiento en el campo con familias y amigos, para
otros, además de lo primero, jornada de cumplir con una
visita obligada al camposanto ceutí para ofrendar tributo a
quienes compartieron antes tantos 1 de noviembre.
La Mochila sigue siendo, en esencia, ese día tras la
madrugada donde los ‘finados’ se encargan de dejar
cuidadosamente a los pequeños la bolsa de productos típicos
de temporada (boniatos, granadas, chirimoyas, higos,
membrillos, nueces, castañas...) que en un día como hoy
deberían exhibir si no fuera por la lluvia que va a amenazar
seriamente una jornada festiva en la que miles de ceutíes se
lanzan al campo cada año buscando aquel lugar más cómodo
para desplegar sus vituallas.
Pese a que no se ha desactivado el muy completo operativo
diseñado por la Ciudad y Delegación para cubrir lo que
habitualmente es una multitudinaria respuesta ciudadana para
con la tradición de más rancio abolengo, la respuesta por
mor de la climatología va determinar seguramente una escasa
presencia de valientes que hoy, precisamente hoy, se
aventuren a lanzarse a los montes ceutíes a dar cuenta de su
Mochila.
Por otro lado, sí se espera que Santa Catalina, aunque con
muchos paraguas y ropa impermeable de abrigo reciba
numerosas visitas. Para ello también está todo preparado.
Los servicios de la Ciudad Autónoma han estado adecentando
la zona como para que el camposanto cristiano se encuentre
adecuadamente para la llegada de centenares de ceutíes a
cumplimentar a sus seres queridos en esta jornada de Todos
los Santos.
Se trata de un día dominado por la tradición y la nostalgia.
La tradición de compartir festivamente un día con familiares
y amigos, con el añadido de la nostalgia de recordar a los
que ya no se encuentran entre nosotros. Una jornada en que
la complicada climatología cobrará protagonismo.
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