La secretaria de Estado de Educación y Formación del MEPSYD,
Eva Almunia Badía, presentó el pasado martes a los
directores de colegios e institutos, representantes de la
universidad, escuelas de idiomas, padres y profesorado en
general el Plan Ceuta Educa. Este es un plan que contiene
una serie de programas y actuaciones dirigidos, según indicó
la propia Almunia, a aumentar la permanencia de los alumnos
en el sistema, incrementar las tasas de titulados en la
etapa posobligatoria y avanzar hacia la consecución de los
objetivos europeos de 2010. Todo ello ante una comunidad
educativa ávida de medidas que den un giro de 180 grados a
una situación complicada.
La primera impresión del profesorado asistente al acto de
presentación que tuvo lugar en el instituto Almina es
“buena” o incluso “muy buena”. El Ministerio acierta al
centrar sus objetivos en las cuestiones antes mencionadas.
Los programas “apuntan alto” pero... todavía han de ponerse
en marcha. Es precisamente esta cuestión la que produce
mayores recelos entre los docentes. “Sobre el papel todo
está muy bien pero habrá que verlo dentro de unos meses
cuando los programas estén en funcionamiento”, apuntaron
desde el colegio Ortega y Gasset.
El Plan Ceuta Educa es una continuación del Plan de Acción
Integral, una acción iniciada en 2005 que ha tenido luces y
sombras para el profesorado. Así, a muchos les queda la
sensación de que en estos casos el Ministerio sólo pone en
marcha algunos de los programas que antes anuncia.
Por otro lado, el profesorado echó en falta que la
representante del Ministerio pusiera sobre la mesa medidas
de choque para atajar problemas como la elevada ratio de
alumnos por aula. “Estos programas en las clases están bien
pero también nos hubiera gustado que desarrollaran medidas
de acción inmediata”, precisaron desde el Juan Carlos I.
Algunos se preguntaron qué se va a hacer para resolver el
problema de la ratio durante los tres o cuatro años que se
tarde en edificar los colegios prometidos.
“El fomento de la escolarización temprana me parece una
medida más que puede tener sus resultados pero hay más cosas
que se pueden hacer”, indicaron. El castellano parece en
desuso en algunos puntos de la geografía ceutí y hay que
acabar con esa situación. Los propios profesores piden a
gritos una mayor implicación de las familias en este ámbito:
“No puede ser que sus hijos hablen castellano sólo en las
aulas. Muchos padres se olvidan que en edades tempranas los
mayores esfuerzos han de hacerse en el seno familiar”.
También cargaron las tintas los profesores sobre los padres
respecto a la cuestión de que no controlen a sus hijos hasta
el punto de que muchos de ellos eluden ir a clase y están en
la calle mañana y tarde.
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