Desde hace ya bastantes años, al
llegar las fiestas de la Navidad, hay un parón en la
competición liguera, que deja un par de semanas sin fútbol,
en los momentos en los que más posibilidades tendrían los
chavales jóvenes para poder asistir tanto a los partidos
como a los entrenamientos de la semana.
Es algo que han logrado los profesionales y nada tenemos en
contra, aunque con ello los clubes, especialmente los que
regularmente no llenan los campos, no han salido ganando
mucho.
De todas formas, los acuerdos acuerdos son y no seré yo el
que vaya a oponerse a eso, para tildarlo de injusto o
irregular. Es lo suyo y así lo han negociado.
Pero si los profesionales luchan para lograr una serie de
reivindicaciones, también deben luchar para lograr lo más
positivo para el club que les paga, y en el caso del Ceuta,
el pasado domingo, hubo jugadores que lo único que hicieron
fue perjudicar a la entidad, no sólo en esa jornada, sino
también en las siguientes.
Nadie hubiera podido decir nada, contra nadie, si el partido
frente al Polideportivo Ejido se hubiera perdido, incluso
tras haberse adelantado el Ceuta en el marcador, como se
adelantó. Eso hubiera que haberlo entendido como algo propio
del fútbol y se habría interpretado como uno de tantos
lances que hay en este deporte. Nada que objetar.
Pero la afición, ahora, sí que puede decir y dirá mucho por
esas expulsiones, provocadas por los propios jugadores con
expresiones, cuando menos, de mal gusto hacia el árbitro y
que trajo como consecuencia que el Ceuta, durante muchos
minutos, jugara con tres hombres menos.
Y debemos matizar las cosas. Particularmente en la expulsión
de Juanfran era una jugada en la que, a lo mejor, hasta
tenía que hacer lo que hizo para evitar un gol, que luego
llegó, por el penalti, y se hubiera podido. incluso,
justificar la expulsión, el penalti y que luego le hubiera
caído, como le cae, un partido de sanción.
Lo que no puede justificar nadie, ni el propio jugador, es
que le caiga ese segundo partido por protestar cuando ya
estaba expulsado. ¿Acaso, por la protesta, iba a lograr que
el penalti no se tirara, o que él fuera repescado?.
Esto lo primero. Lo de los otros dos expulsados, en esta
misma columna lo he dicho y lo mantengo, porque ahora, para
pasado mañana, el entrenador no va a poder contar con tres
jugadores que venían jugando todos o la mayor parte de los
minutos, lo que significa que eran de los que le daban más
confianza al técnico.
¿Quién va a reemplazar a estos?. El que salga tratará de
hacerlo lo mejor que sepa y pueda, salvo que haya copiado de
sus colegas y “le mande algún otro piropo” al colegiado de
turno.
En definitiva, que Álvaro estará dos partidos fuera, sin
estar lesionado, y porque él se lo buscó, Pepe Martínez otro
tanto de lo mismo y en su compañía estarán Juanfran y el
utillero. No hay palabras que justifiquen esto.
Para más INRI , como alguno de ellos está ya con cuatro
cartulinas, podría ocurrir que si, tras la sanción, el
técnico lo llama, en cualquier jugada, incluso casual, vea
una cartulina más y tenga que pasar otra semana de
vacaciones.
Podría ocurrir, pues, que ese jugador antes de que llegara
la 15 jornada hubiera estado fuera del equipo en tres
partidos, por sanción, esto es cobrar lo estipulado sin
haber actuado en el 20% de lo que va de competición.
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