El consejero de Hacienda, a quien se encomendó resolver las
reivindicaciones sindicales de los trabajadores de la
Asamblea, dejó ayer “colmadas” las expectativas económicas
de UGT y CCOO, a los que sólo resta un estudio “al detalle”
de las plazas que la Ciudad propone amortizar para ir
llenando el saco del Fondo de Adecuación Salarial con un
millón largo de euros y poder pagar desde allí, ‘regateando’
el límite del 1% de la masa salarial que impone el
Ministerio de Administraciones Públicas, los Fondos
Adicionales que se adeudan desde 2006 y el 66% del
Específico en enero (un mes de retraso) y el 100% en julio
de 2009 y enero de 2010.
En apenas un mes los sindicatos de la Administración local
han quitado a Márquez el traje de político gastón y le han
puesto el de buen estadista y mejor negociador. Eso en el
mejor de los casos. En el peor, el consejero de Hacienda no
bajó ayer en la boca de los representantes del funcionariado
de ser un interlocutor “con el que se puede negociar” y “con
el que desde el primer momento quedan claros los límites de
la negociación”.
Y es que tras una reunión matutina (la cuarta, que hoy se
repetirá con CSIF) y un posterior intercambio de información
todavía pendiente de análisis al detalle por parte CCOO y
UGT ambos sindicatos, especialmente en el caso del segundo,
dieron ayer por virtualmente cerrado el acuerdo con el
Gobierno para restañar la paz social en la Asamblea.
“Van a pagar”, se congratuló el secretario de Organización
de la Federación de Servicios Públicos (FSP) de UGT, Juan
Carlos Pérez, una de las personas que han vivido en primera
línea las negociaciones de las últimas semanas. La Ciudad va
a pagar, y además todo, y lo va a hacer como se esperaba, a
través de la creación de un Fondo de Adecuación Salarial,
algo así como un saco donde el Gobierno ceutí irá
depositando todo el dinero que vaya pudiendo quitar de aquí
y de allá hasta sumar “más de un millón de euros”,
concretamente 1,2, aproximadamente 240.000 euros menos de lo
que los sindicatos pidieron inicialmente, según precisaron
fuentes de la Asamblea.
Gran parte de ese total saldrá de la amortización de una
serie de plazas que “ni se han sacado ni se pensaban sacar
nunca para ser cubiertas [todas llevan entre 2 y 3 años en
la nevera]”, según explicó Pérez, aunque tanto él como su
compañero de bando, el comisionista Gonzalo Barredo, dejaron
pendiente la rúbrica definitiva del acuerdo final a falta de
estudiar al detalle qué vacantes serán las amortizables.
Con ese millón largo de euros la Ciudad hará frente en enero
al pago del 66% del Complemento Específico que dejará a
deber en diciembre a los funcionarios. En marzo les abonará
“una parte” de los Fondos Adicionales que según ha venido
manteniendo la representación sindical les adeuda desde
2006. En julio les ingresará en sus cuentas el 100% del
Específico. Y para terminar, en enero de 2010 el Gobierno de
Juan Vivas cerrará el círculo pagando otra vez la totalidad
del Específico, tal y como las dos partes acordaron que
harían a partir de diciembre de 2007, sólo que con un mes
retraso, de tal forma que a partir de 2011, algo más tarde
de lo que al principio reclamaban las centrales, sus
ingresos quedarán definitivamente regularizados en tiempo y
cuantía..
Cumpliendo la ley
Y lo hará, además, cumpliendo la ley, sorteando el límite
del 1% de la masa salarial agarrándose al artículo 22,8 de
la Ley de Presupuestos del Estado, que prevé superarlo
cuando haya reducción de personal, que no será real, sino
ficticia vía amortización.
“Los trabajadores no van a perder ni un solo euro, que fue
lo que prometimos defender, por lo que este principio de
acuerdo colma todas las expectativas planteadas”, se
felicitó Pérez, que dejó el descorche del champán a expensas
solamente de que lo que se plasme en el documento final
“responda a lo hablado hasta ahora”.
Más cauto, Barredo indicó que CCOO aún tiene que “estudiar
al detalle” a qué puestos corresponden ese medio centenar de
plazas que serían “amortizadas”. Según UGT los trabajadores
pueden estar “tranquilos” porque su supresión “en los
escalones más bajos de la Administración” no afectará “ni a
la promoción interna, ni a Ofertas Públicas de Empleo (OPE),
ni a ningún proceso de consolidación”.
“Desde nuestro punto de vista lo ideal sería firmar el
acuerdo económico y dejar el resto de puntos para seguir
negociando, pero la Ciudad quiere cerrar un documento con
todo”, explicó Barredo.
Las negociaciones entre el consejero de Hacienda, CCOO y UGT
incluye también la necesidad de completar un estudio
completo de las plazas de naturaleza estructural de la
Ciudad para proceder a su consolidación y reducir
“drásticamente” la temporalidad y la interinidad en la
Asamblea. “No habrá ningún perjuicio para el empleo público
porque no habrá recortes, sino amortización de plazas
desocupadas y congelación de cualquier OPE sine die”,
resumieron fuentes oficiales.
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“La Ciudad ha cumplido lo que dijo incluso en los peores
momentos”
Entre viaje y viaje a Madrid para
mejorar la financiación autonómica de Ceuta para el año que
viene, con los sindicatos y la oposición con el puñal entre
los dientes y más de 1,5 millones de gasto corriente extra
[¡justo lo que necesitaba!] que se llevó el temporal, el
consejero de Hacienda y su equipo, entre los que ayer
repartió los elogios que recibió de los sindicatos,
especialmente con Emilio Lozano, han tenido que “aguzar” el
ingenio hasta el límite para “cumplir”. “Y lo hemos hecho”,
se felicitó ayer Márquez en nombre de un gobierno “que
siempre ha luchado por la paz social” y de un presidente
“que siempre la ha mantenido”. “Hemos cumplido con un
escrupuloso respeto a la ley y a los informes disponibles lo
que dijimos: que estábamos abiertos a la negociación y al
diálogo en beneficio de todos, por lo que si se cierra este
acuerdo triunfaremos todos”, resumió.
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