Haciendo memoria vieja, nos vamos
a volver atrás a recordar las memorias de cuando uno era un
chaval. Recuerdo que cuando estaba terminando sexto de
bachiller, como viaje de fin de estudios nos llevaron a la
fábrica de Cerveza, sita en el Tarajal. Por cierto, todo hay
que decirlo, sería una injusticia no reconocerlo, la cerveza
allí fabricada tenía categoría a igual que “La Casera”. Para
nuestra desgracia, la fábrica hace años que se cerró y dejó
de producir la buena cerveza y la inmejorable “Casera”.
Bueno, a lo que vamos, nos llevaron en el coche de San
Fernando, un ratito a pie y otro andando. Y así en fila, al
mando de Alfonso Sotelo Azorín, uno de los mejores alcaldes
que ha tenido esta tierra y, al que por ciertas razones no
se le ha hecho justicia, pero él merece un artículo aparte
que, sin duda alguna, un siglo de estos realizaremos, nos
dirigimos hacia nuestro destino.
Íbamos contentos. No sólo por la novedad que ofrecía el
asunto, sino porque ese día nos librábamos de las
Matemáticas y del Latín, lo que suponía todo un éxito cuando
estábamos a sólo un mes de decirle adiós a nuestro
Instituto.
En esa visita, que tan felices nos prometíamos no nos dieron
más que una jartá de papeles, donde se nos explicaba la
fundación de la fábrica y parte del proceso que servía para
la elaboración de los productos. Ahora, eso sí, nos dieron
unas botellas pequeñas de Coca Cola y nos invitaron a tomar
“La Casera”. Y con eso se acabó toda la invitación. De
cerveza no nos dejaron ni mojar la lengua, lo que hizo
cabrear a más de uno que soñaba con tomarse un botellín de
esa “rubia” que tan bien sienta en verano.
Y recordando, todo esto, se me viene a la memoria que fuimos
los precursores de ese viaje de fin de estudios, que ya no
sólo realizan los estudiantes, sino que incluso lo llevan a
cabo, los que se han quedados parados en las empresas, como
es el caso de Delphi.
A estos empleados que se han quedado sin sus puestos de
trabajo, se les ha encontrado la mejor de las fórmulas para
su entretenimiento, además de tenerlos todo el día ocupado.
A igual que a nosotros, cuando éramos estudiantes y se nos
llevó de viaje fin de curso a ellos también se les lleva a
visitar bodegas, parques zoológicos e incluso les ponen
películas, entre ellas “HULK”, que trata de ese tío que
cuando se cabrea se pone verde y arma lo que no está
escrito. En lo de las películas y en poder catar el vino en
sus visitas a las bodegas, es en lo que nos ganan. Pero no
nos podrán negar que fuimos los pioneros en el asunto de
visitar fábricas y tal.
Por cierto, hay otra cosa en a que nos ganan, en lo que les
cuestan estas excursiones.. A nosotros no nos costó un
“pelote”, nos llevaron y nos trajeron andando. A ellos,
según dicen los entendidos, el asunto les sale por más de
veinte mil euros por persona esas visitas a las bodegas
Y digo yo, si es qué se puede decir algo, no sería mejor
repartir todos esos millones de euros entre las
aproximadamente dos mil familias, que llevarlos de excursión
a las bodegas, zoológicos o ponerles una película. Oiga,
advierto que es una pregunta sin mala intención. Sólo por
preguntar.
|