No quedó esclarecido si en la supuesta lesión participó el
can aunque el denunciante alegó que los acusados le lanzaron
al animal, todavía cachorro, pero sí quedó confirmada la
discusión verbal y luego la pelea física entre uno de los
procesados y el denunciante. Hechos producidos con motivo de
la compra de un teléfono móvil.
Los hechos ocurrieron hace unos ocho años, a las ocho de la
tarde, de aquel verano del año 2000 en la barriada Loma del
Pez.
Al parecer el acusado A.J.T.P. había comprado un móvil a la
esposa del demandante, J.O.S. por el precio de 15.000
pesetas. Este solicitó al acusado 7.000 pesetas más por el
teléfono y el procesado le explicó que no se lo pagaba
porque venía defectuoso y no quería el aparato. Según el
denunciante, “me acerqué a mi vecino para pedirle el dinero
y empezamos a discutir. Para evitar, me fui y me golpeó con
una lata de cerveza. Me dio un puñetazo, me tiró al suelo
dándome patadas y vi al perro encima mía y comencé a
defenderme porque me quería morder y arañarme. Como estaba
boca abajo no pude comprobar si los acusados lanzaron al
perro contra mí”, alegó el denunciante. Por su parte, el
principal acusado, porque no quedó constancia de lesiones
producidas por el segundo procesado, explicó que el
denunciante “venía con ganas de sofocarme, empezó a
insultarme a mí y a toda mi familia y cuando apareció mi
hermano lo empujó y lo trató de niñato. Mi hermano sólo
quería separarnos y además tenía sujeto al rottweiler que
por aquel entonces no tenía ni un año ni estaba adiestrado
para atacar, ni mucho menos”.
Finalmente, el fiscal del Juzgado de lo Penal número 1 de
Ceuta solicitó 2.881 euros de responsabilidad civil al
acusado A.J.T.P. por un presunto delito de lesiones. La
acusación particular exigió tres años de prisión y una
sanción económica de 3.691 euros por lesiones, daños morales
y rotura de las gafas que llevaba el denunciante. Y la
letrada de la defensa solicitó la absolución para el hermano
del acusado principal y la no causa de delito sino de falta.
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